Aquel verano de Laura Insausti: De gira en familia
La líder de Dry Martina consiguió unificar en el verano de 2016 sus dos pasiones:la música y a los suyos, después de años teniendo que vivir dos vidas
Los músicos tienen que aprender a compaginar dos vidas. Una de giras, contratos, carretera y rock and roll. La otra es la familiar:pareja, hijos, ... casa, hipotecas. Laura Insausti, cantante y líder de Dry Martina, consiguió unificar ambos mundos en un tour internacional que nunca olvidará, durante el verano de 2016, una fecha que, aunque cercana, asegura que «nunca olvidará».
En aquel año se encontraban promocionando las canciones de 'Ahora!', su último disco de estudio. Cuando llegó el verano y tocó cargar la furgoneta pensaron:¿por qué no llevar a la familia? Tanto Insausti como el resto de la banda planificaron unas largas vacaciones en familia en función de los destinos en los que iban a tocar. «Estuvimos viajando con mi marido y mi niña por medio mundo, entre bolo y bolo hicimos unas rutas preciosas, fue una sensación que nunca había sentido», recuerda.
Los destinos fueron de lo más variopintos:«Estuvimos en el festival Alegría de Chefchauen (Marruecos), también en Italia, en Pisa, después en la zona de Cádiz, también en Oxford, en Abu Dhabi y Tel Aviv... ¡ah!, y también estuvimos en Huesca».
Laura Insausti y sus compañeros de Dry Martina consiguieron ese mismo verano con 'Ahora!' (Dry Records, 2015), el premio al Mejor Álbum de Jazz en los Premios de la Música Independiente (MIN), lo que supuso el broche redondo en la faceta musical para un año inolvidable en todos los sentidos.
El que recuerda con más cariño fue el festival de Chefchauen. «Además de mi marido y mi hija vino mi hermano Rafa con su familia, éramos un montonazo de gente». En este lugar «mágico» la gente saluda diciendo 'alegría' en vez de 'hola', y se respira un ambiente «único en el mundo». «Recorrimos la zona, compramos alfombras y conocimos la cultura por completo, fue muy divertido conocer ese rincón del mundo tan especial». Además, al festival acudieron 21.000 personas, por lo que en lo musical fue un momento clave en la carrera de la cantante y toda la banda. «Fueron unos días preciosos en todos los sentidos, principalmente por la gente, había felicidad por todos lados».
De vuelta en España recorrieron la zona de Cádiz, antes de tocar en el festival Cadizfornia Fest, un encuentro surfero centrado en la cultura de playa en el que el rockabilly 'buenrollero' de Dry Martina encajó a la perfección, además de que el entorno, desde Chiclana a Tarifa, ofreció a la familia unos días «increíbles» para descansar juntos.
Otro de los momentos clave de ese verano fue el paso del conjunto por Tel Aviv. Por el trabajo del marido de Insausti, la cantante pasa en la capital israelí una parte del año (principalmente el invierno), aunque nunca había mirado a la ciudad desde la perspectiva que encontró aquel verano de 2016. La familia se alquiló unas bicicletas y recorrió las calles de Tel Aviv antes de tocar en un concierto organizado por el Instituto Cervantes durante el Mes del Español. Durante la estancia, la banda colaboró con el artista israelí David Broza, creando una canción a medias en hebreo y castellano. «Él es muy conocido allí y el tema ha sido todo un éxito». En cuanto a la experiencia musical allí, Insausti lo recuerda como unos días espectaculares. «Estuvimos cuatro días e imagínate, tocar para el público israelí no es cualquier cosa, fue muy especial».
Como un hogar
Aquella gira fue «muy diferente». «Pensaba que no estaba sola, cuando viajas para tocar a veces sientes que los destinos son un poco fríos, pero al estar con mi familia lo veía todo con otros ojos». Hasta ese momento siempre había tenido que dibujar una línea divisoria entre su hogar y los conciertos, por lo que la decisión de unificarlo todo fue «la mejor» que pudo tomar. «Tocaba sabiendo que mi hija estaba mirándome desde detrás del escenario;me gusta que se involucre en eso, y además pudimos disfrutar mucho más de los ratos libres, dimos muchísimos paseos, lo que hizo que todo tuviese una gran sensación de hogar».
Como los compañeros de la banda también llevaban a los suyos, la logística era «muy divertida». «Tenías que ver las mesas que montábamos para comer», recuerda entre risas. En Huesca, por ejemplo, recorrieron todos los Pirineos y el sur de Francia. «Viajábamos en un todoterreno con tienda de campaña incorporada, en plan hippie, pero en una maleta llevaba todos los vestidos de los conciertos, los tacones... era como mezclarlo todo, una mezcla genial de todas mis facetas». Madre, hippie, cantante y viajera, Insausti resume esa experiencia como «la mejor» de su vida.
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