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El rock rústico vuelve a estar de moda con el paso de El Koala por GH VIP. SUR
GHVIP 6 |  El Koala, del campo al Opá y la posible expulsión de Gran Hermano VIP

'El Koala', del campo al «corral» de GH VIP

El cantautor malagueño, que vuelve a estar nominado en el programa de hoy, ha sido un luchador que ha alternado diversas profesiones hasta encontrar su hueco en el mundo de la música

sergio zabala

Málaga

Jueves, 15 de noviembre 2018, 00:42

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Manuel Jesús Rodríguez Rodríguez bien podría ser un vecino cualquiera del Rincón de la Victoria. Pero con el transcurso de los años es algo más. Es El Koala. Famoso por aquel 'Opá, yo viazé un corrá' que fue un exitazo en Youtube allá por 2006 y que le permitió dedicarse a lo que quería, al mundo de la música.

Antes de conseguirlo, además de las tareas del campo, fue jardinero y hasta albañil. No consiguió ningún otro hito musical con una dimensión parecida a ese título, pero lo intenta casi cada verano. Hoy en día, su inclusión en Gran Hermano VIP 6 ha vuelto a darle el toque 'mainstream' a este malagueño cuya afición a la música arranca desde bien joven. Si aún había alguien que no lo conocía, este popular reality se lo ha «presentado» a otros públicos.

Un mote de largo recorrido

Si le preguntaran a Manuel Jesús por su dedicación, quizá tardaría en responder. Ha trabajado —y aún lo hace— en el campo y criando animales, ha sido jardinero y conoce la vida del panadero. Se trata de una lista amplia en la que la albañilería tiene un peso sustancial.

«El mote de El Koala se lo puso un compañero, un muchacho de aquí. Fue porque se subía a los andamios como si fuera un koala», cuenta a este diario Antonio, compañero de Manuel Jesús en su época de albañil. Residente en Villanueva del Rosario, Antonio «Baldomero» (su mote rural) ha compartido muchos momentos con el famoso cantautor.

«Desfilando» entre corrales

Su vida, la cual dio comenzó hace 49 años —concretamente el 15 de octubre de 1969—, transcurre en el campo, a orillas del río Granadilla, entre Rincón de la Victoria y Benagalbón, siempre junto a sus padres y sus cinco hermanos.

Manuel Jesús, también conocido como «alargahijo» (no es padre, sino que es su mote en el pueblo), ha catalogado su infancia de «bonita» en más de una ocasión, siempre entre árboles, corrales y animales. Son, sin duda, algunas de las señas de identidad del estilo musical que abandera hoy, un estilo que en más de una ocasión ha definido como «rock rústico de lomo ancho».

Uno de los aspectos destacados en su personalidad siempre fue el de ser travieso, como contaba Baldomero, y eso es algo que en el Colegio Nuestra Señora de las Candelarias, en Benagalbón, también saben de sobra. Antonio Ortega es aún el conserje de este centro educativo, como lo era hace 39 años, cuando el pequeño Koala comenzó a correr por esos los pasillos. Lo recuerda como un joven «muy inquieto» y con un gran sentimiento militar. «Uno de sus hermanos hizo el Servicio Militar en la Legión, y eso a él le encantaba, estaba loco por hacer la mili», explica. Antonio recuerda con alegría esta anécdota: «No se me olvidará en la vida». «Nada de pelota, a desfilar. Cogía a sus compañeros, a sus amigos más allegados, y los ponía a firmes como militares y a desfilar en el patio», rememora. «Se pegaba la media hora de recreo haciéndolos desfilar de izquierda a derecha», recuerda riendo.

Lamentablemente, poco después tendría lugar el episodio más duro en la vida de El Koala. A los 13 años sufrió un accidente mientras manejaba una cortadora de césped, accidente que se llevó por delante parte de sus dedos índice y corazón de su mano derecha.

El sueño de hacer el Servicio Militar acababa de desmoronarse, dando paso a duros momentos de reflexión y de intentar pasar lo más desapercibido posible. Así lo contó en 'La curva de la vida', en GH VIP: «Lo pasé fatal. Llevaba la mano en el bolsillo por vergüenza».

Tuvo que empezar de cero. A escribir, a conducir, a volver a sus labores del campo. 36 años han transcurrido desde entonces, y, evidentemente, esa situación cambió. «Pensé que una página del libro es una página del libro, y yo no tiro un libro entero, sigo pasando páginas. La vida es bella y hay que tirar hacia adelante».

Siempre de la mano de la música

Manuel Jesús encontró cobijo en la música, un elemento que da sentido a su vida, la esencia de su carrera, el motivo por el que hoy lo conocemos. «Me refugié en ella. Es mi religión, mi salvación, lo que me ha dado la vida», afirmó El Koala en el programa. «Cogí una guitarra y empecé a componer. Si no llega a ser por la música, no sé qué hubiera hecho». Si a los 13 años se tambaleó, a los 15 ya tenía un bajo recién comprado en la mano. Y no le importaba aquello de contar con dos dedos menos en la mano derecha. Comenzaba su carrera.

«Se pasaba todo el día tocando la batería con cualquier palo», cuenta a SUR un vecino de Rincón de la Victoria. Corrobora que la música ha ido ligada a la vida de Manuel Jesús desde, prácticamente, su comienzo. «Siempre le ha gustado, la lleva en la sangre».

Frecuentaba el Teleclub de Benagalbón, un centro cultural donde ensayaba en sus comienzos. Era la época de Los Ducati, grupo con el que El Koala dio sus primeros pasos en la música y que le permitía «emular» a AC/DC, Rammstein o Motorhead, algunos de sus ídolos. «Eran maravillosos, muy buenos musicalmente. Era un grupo de rock con letras muy ingeniosas», relata un vecino del pueblo.

Ocho años tocando en Los Ducati curtieron a Manuel Jesús en el mundo de la música, una época que le permitió ir sembrando lo que ahora es. Tras la disolución del grupo a finales del año 2000, El Koala comenzó su andanza en solitario.

De nombre, rock; de apellido, rústico

La presencia de lo rural está tan anclada en el reportorio musical de El Koala que hasta el propio Baldomero da nombre a una de sus canciones. ¿El motivo? Ni más ni menos que un robo, el de tres de los cerdos que criaba.

Y es que cualquier elemento campestre es suficiente para que, en un momento, El Koala le añada un melodía. Es su seña, las características que añaden el sobrenombre de «rústico» y que le apostillan el diferenciador «de lomo ancho».

Precisamente, ese el nombre del primer disco que graba Manuel Jesús, el cual vio la luz en 2006 y que llegó a «colorearse» de oro gracias al título que todos conocemos y que tan famoso lo hizo: 'Opá, yo viazé un corrá'.

Detrás de ese disco llegó «Vuelve la burra al trigo», «El latido del campo» o «Cancioncillas Nillas», repertorios que han seguido abanderando la característica de rural del rock de El Koala. Y de sencillez.

Con los pies en la Tierra

Manuel Jesús siempre ha destacado su condición familiar y, dicen, que sigue siendo el mismo de siempre. Y así lo corroboran desde Rincón de la Victoria: «Es muy buena persona, muy modesto y no se le ha subido la fama a la cabeza. Siempre junto a su mujer, Vito, con la que lleva toda la vida», a la que conoció en la discoteca del pueblo, como reconoció en el programa de Telecinco. Igualmente permanece intacta su pasión por los animales. Dama es el ejemplo, su perrita, la que le ayuda a componer, según ha confesado entre bromas en alguna entrevista. «Siempre está conmigo cuando me pongo con las canciones y le pregunto qué tal suena una cosa u otra».

¿Y sobre su carácter? ¿Trata siempre de quedar bien con todo el mundo como han tratado de defender sus amigos en el programa? ¿Tiene una cara oculta como dicen sus detractores en el espacio televisivo? En GH VIP se ha visto una evolución durante el concurso, cuando no se mojaba e intentaba no entrar en conflictos y cuando finalmente se decantaba por el grupo formado por Verdeliss, Miriam y él mismo, siendo ya más incisivo con otros concursantes, que le acusaban de estratega.

Baldomero, antiguo compañero de obra, destaca que «era muy bromista, tanto que incluso se ha pasado alguna vez». «Estábamos trabajando en una obra en Chilches y nos puso la comida al sol; cuando empezó el descanso y fuimos a cogerla se había puesto mala» , rememora su antiguo compañero de obra. «La verdad es que buen compañero no era», opina.

El Koala continúa residiendo en el municipio malagueño, muy ligado aún al mundo rural. «A la playa, al bosque y a los corrales», como ha manifestado en más de una ocasión. Aunque, de momento, el que está metido en un «corral» —el de GH VIP— es él. Y que dure, aunque hoy podría ser su último día. Él o la también malagueña Makoke abandonarán la casa.

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