La historia de fantasmas de Kiko Rivera en Cantora

Kiko Rivera, que en ese momento está cocinando, se sienta y le dice a Bertín. «Pues yo no he visto nada, si lo hubiera visto, no hubiera vuelto. Me hubiera cagado», afirma. -Pues a mí me parecería divertido, le comenta el presentador jerezano.

Kiko lejos de que él pudiera verle algún punto de diversión a eso de encontrarse a un fantasma le explica Bertín que él no ha visto nada, pero… que su hermana, cuando era pequeña sí. Bueno o decía que lo había visto.

Entonces Kiko procedió a contarle una historia al presentador en la que explicó como un día cuando su hermana, Isa Pantoja, era pequeña y estaba durmiendo, él se encontraba con su madre.

-Mi hermana tenía un aparato de esos que se le pone a los niños para que se escuche en otra habitación si lloran. De pronto, estando con mi madre, la escuchamos reír y mi madre me pidió que fuera a ver qué le pasaba.

Kiko recuerda que no tenía ganas de ir y ante la insistencia de su madre fue a su cuarto que estaba lejos y que cuando llegó estaba callada. Al volver, se lo dijo a su madre, que le volvió a decir que se estaba riendo tal y como se escuchaba en el aparato electrónico que trasladaba la voz a esa habitación.

Ahí quedó la cosa. No pudieron aclarar por qué reía. Según contó Kiko al día siguente una mujer que trabajaba en su casa le pidió a su hermana que entrara en una habitación y ella se negó. La niña no quería entrar. Al parecer, la explicación que le dio a la mujer es que no quería entrar porque allí estaba el hombre que la hacía reír por la noche. Ante eso la mujer salió asustada, según las explicaciones de Kiko, para explicar lo sucedido a Isabel Pantoja. Indica que cuando le preguntaron a la niña quién era el hombre que le hacía reír por las noches, ella, afirmó Kiko, señaló a un gran cuadro de figura completa de su padre Paquirri vestido de torero. «Ese es el hombre, dijo», pero ahí no se le ven los dientes, afirma que explicó la niña.

Kiko confirmó que su madre le había contado que a su padre cuando se reía se le veían claramente los dientes, no como en la imagen del cuadro.