Entre barreras

Borja Ortiz: «No soy partidario de hacer ferias largas»

Ortiz explicó que el presidente del ente supramunicipal le ha marcado dos premisas para sus nuevas funciones: «Que el mantenimiento de la plaza esté en perfectas condiciones, sea para el espectáculo que sea, y mantener viva Málaga desde el punto de vista taurino durante todo el año. Para ello, es fundamental, que es la principal encomienda que tengo, poder sacar el pliego de concesión del Centro de Interpretación de la Tauromaquia, donde están incluidas las visitas turísticas, el museo taurino y el restaurante». Esta nueva medida, según Borja Ortiz, implicaría que automáticamente pasarían por el coso del Paseo de Reding cientos de turistas al día, así como muchos vecinos de la provincia, con la intención de «educarles sobre la cultura de la tauromaquia y todos sus aspectos. Por ello, tenemos la intención de que sea también un recorrido muy visual y novedoso utilizando las nuevas tecnologías, que no sea un museo al uso y clásico, aunque habrá piezas de toros clásicas, porque además la Diputación cuenta con un rico patrimonio en ese aspecto».

Ampliar

Otro de los puntos sobre los que trabajará Ortiz una vez acabe la recién estrenada feria será «elaborar una agenda anual, un plan, de charlas, conferencias, actividades… para ir educando y fomentando la tauromaquia a lo largo del año. Esto es muy necesario para que cuando llegue el mes de agosto se vea reflejado en la plaza».

Asimismo, desveló que en apenas quince días han intensificado el ritmo de los trabajos de remodelación de la plaza y que ayer los aficionados pudieron percatarse durante el primer festejo de la feria. «En primer lugar, se ha arreglado el ruedo de manera integral, casi sin precedentes en la plaza de toros. Se ha levantado unos centímetros todo el ruedo, se ha trillado, pulido, limpiado y filtrado para recuperar el color original del mismo y se ha nivelado. También se ha realizado una pintura casi integral del coso y de las zonas comunes, se han repintado los números de las localidades, que estaban completamente borrados, así como, con un toque nostálgico y romántico, se han recuperado los clásicos rombos de los burladeros de La Malagueta, que es una seña de identidad propia de la plaza», remarcó.

Con respecto a la configuración de los carteles y las ganaderías de este año, el responsable de Asuntos Taurinos de la Diputación se mostró muy satisfecho. «Vienen ganaderías de primerísimo nivel sin lugar a dudas, como la de Daniel Ruiz, que fue la gran triunfadora del año pasado, y tengo muchas esperanzas en la de Juan Pedro Domecq, y todas las que vienen son muy interesantes. En cuanto a la composición de los matadores de toros, es muy difícil componer los carteles que quiere el empresario o el aficionado, aunque son variables que van cuadrando poco a poco, pero tendremos un gran nivel con las máximas figuras como Morante y Roca Rey, reaparece Manzanares en Málaga, toreros jóvenes, la alternativa de José Antonio Lavado… En definitiva, una feria muy redonda, y lo que hace falta para defender la tauromaquia es que todo el mundo que pueda asista a la plaza y llene los tendidos», afirmó.

Una visión que no se decanta por aumentar los festejos y concentrarlos en la feria. «Con la situación actual que vive el sector no podemos hacer ferias largas. Se pueden estudiar fórmulas de realizar espectáculos que se puedan sostener económicamente durante todo el año y que forme parte de un abono. En la feria del año que viene habrá una corrida de toros más por pliego, pero creo que por ahora la feria taurina de Málaga debe tener el número de festejos que debe tener. No soy partidario de ferias largas», admitió.