El sótano de Sara
Cruce de vías ·
Sara es una mujer tranquila que le agrada pasar inadvertida. Quizá por eso eligió vivir en el sótano hace más de diez añosSecciones
Servicios
Destacamos
Cruce de vías ·
Sara es una mujer tranquila que le agrada pasar inadvertida. Quizá por eso eligió vivir en el sótano hace más de diez añosNecesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Sara vive sola en elsótano. La ventana del salón que da a la calle está casi a la altura del techo, formando un rectángulo largo y estrecho. A través de los cristalesdistingue la vida anónima de los transeúntes de cintura para abajo. Pasos que van y vienen de un lado a otro. Ella dice que le gusta observar la vida desde esta perspectiva perpendicular. Yo no lo soportaría, desde siempre me ha atraído la perpendicular opuesta, la que se traza desde lo alto, como la vista que se contempla desde la ventanilla del avión que sobrevuela una ciudad. No me atrevo a decirle lo que opino sobre el hecho de vivir bajo tierra, pero Sara me conoce de sobra. «Ya sé que piensas que vivo enterrada como una rata de cloaca», afirma con una sonrisa sarcástica. Le contesto que no se pase de rosca, que tampoco es para tanto. «Lo que realmentellama la atención esque vivas enterrada en el centro de la ciudad», digo. «¿Sabes una cosa?, este sótano me inspira», después de hacer esta confesión se queda callada viendo transcurrir la vida cotidiana por encima de nuestras cabezas.
Sara es una mujer tranquila que le agrada pasar inadvertida. Quizá por eso eligió vivir en el sótano hace más de diez años. ¡Diez años!, qué rápido pasa el tiempo. Pienso en las estaciones donde el tiempo se detiene. Por cierto, hablando de estaciones, cuando voy a visitarla y bajo la escalera que conduce a su guarida tengo la sensación de ir a coger el metro. Me cuenta que hay curiosos que se asoman a espiarla, sobre todo de noche, cuando enciende la lámpara del salón. Luego apaga la luz y observa las imágenes que se proyectan en la ventana como si fuera la pantalla del televisor. Entonces cruza la mirada con desconocidos que la escrutan fijamente, igual que sombras gigantes en la oscuridad.
Sara es poeta. Cada vez que leo algo suyo no puedo evitar relacionarlo con el sótano donde vive. Una noche me invitó a tomar la penúltima copaen su casay mientras bajábamos la escalera recitó unos versos de su amigo Valente: «Caer fue sólo la ascensión a lo hondo». Luego añadió que se sentía como Ícaro en el sótano. «Volar hacia dentro», dijo. «Es la mejor manera de no quemarse las alas», respondí.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.