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Sr. García .
Cruce de vías

Sopa de letras

Los enemigos invisibles son lo más peligrosos porque no dan opción a defendernos

Sábado, 22 de enero 2022, 00:28

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De niño, no me gustaban las sopas, ni las sémolas, ni los purés. Afortunadamente ya había pasado la edad de tomar papillas. No sé por ... qué detestaba tanto los alimentos líquidos. Tal vez me dejaban con la triste sensación de no probar bocado. Cuando me ponía enfermo tenía siempre la misma pesadilla. Yo andaba por aguas cenagosas huyendo de un enemigo invisible. Los enemigos invisibles son lo más peligrosos porque no dan opción a defendernos. Al subir la fiebre, las aguas se convertían en arenas movedizas y mi cuerpo se iba hundiendo lentamente en esa especie de barro hasta desaparecer. Yo relacionaba las sopas, sémolas y purés con las arenas movedizas que sólo había visto en películas violentas y sueños terribles. ¿Acaso existía algo más desagradable que andar a duras penas sobre un inmenso plato de sémola? Era como caminar por un desierto pálido, espeso, amarillento. Entonces ya tenía pensamientos raros. Veía sombras en la noche. Los niños no son tan simples e inocentes como algunos creen.

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