La Fundación Manuel Alcántara traslada su sede a la casa del poeta

«Tenemos que ser más austeros en los tres o cuatro años que nos quedan, sobre todo por las restricciones que nos vamos a encontrar en los patrocinios. Hemos hecho una gestión técnica en todo este tiempo y hemos reducido al máximo los gastos», ofrece Pedraza, quien detalla que la fundación ha reducido su personal de las tres personas que trabajaban en ella a una sola empleada, Marina, la nieta del poeta y articulista que ha pasado a asumir la dirección de la fundación, tal y como se ha acordado en el patronato de la entidad.

«Hemos perdido a una persona importantísima, nuestro director de actividades, Pablo Aranda, a la que teníamos un aprecio excepcional, no sólo por su capacidad de trabajo y por su excelencia profesional, sino también por nuestros valores humano. Era alguien que nos daba una estabilidad y una tranquilidad, un espíritu de equipo que no existía antes», recuerda Pedraza sobre el escritor y gestor cultural fallecido el pasado 1 de agosto. «En este nuevo escenario hemos decidido que cada actividad esté ligada a una persona vinculada al ámbito al que se refiera cada propuesta», apostilla el presidente de la Fundación Manuel Alcántara.

«Nos estamos asegurando una subsistencia adaptada a la crisis. Soy economista y hemos aplicado una terapia con tiempo, porque nos esperan unos años muy complicados. Nos hemos adelantado a las circunstancias. Afortunadamente mantenemos los ingresos en una línea muy aceptable, pero disminuimos los gastos de una forma brutal y eso nos va a dar una estabilidad sensacional con vistas a tres o cuatro años, así que la pervivencia de la fundación está absolutamente garantizada», sostiene Pedraza sobre la medida que llega justo tres años después de que se anunciase el traslado de la Fundación Manuel Alcántara a La Térmica, medida que nunca llegó a producirse.

Así, Pedraza ha querido destacar la generosidad de Lola Alcántara, hija del poeta, para que la fundación tenga como sede el inmueble donde residió el autor durante medio siglo. «El ofrecimiento de Lola, vicepresidenta de la fundación, ha sido fundamental para que la institución pueda disponer del piso donde ha vivido y ha creado el maestro. Para nosotros no puede ser más significativo eso. Ya hemos hecho la reforma para dejar una zona diáfana y se ha hecho ya el traslado», cierra el presidente de la fundación que acaba de presentar la obra ganadora del primer Premio de Novela Ciudad de Estepona, que promueve junto al ayuntamiento de esta localidad y que ha recibido Miguel Tapia por 'Tumbas de agua'.