Scorsese quiso ser uno de los nuestros
El director quiso competir con su ópera prima ' Who's that knocking at my door?' ('¿Quién llama a mi puerta?', 1968) en la Semana Internacional de Cine de Autor de Benalmádena
Lo leyó y no salía de su asombro. Por eso, lo volvió a mirar detenidamente para comprobar que allí decía: «Sr. D. M. Scorsese». ... El papel añejo y teñido de amarillo por los 45 años que han transcurrido desde que se firmó en Nueva York ha permanecido en los archivos del Ayuntamiento de Benalmádena hasta que la digitalización del fondo local reveló esta desconocida solicitud de la desaparecida, añorada y revolucionaria Semana Internacional de Cine de Autor (SICAB). «El descubrimiento fue muy emocionante», reconoce la bibliotecaria María del Carmen Martín, que en otro documento dio con las «exigencias» del entonces joven cineasta que, finalmente, no compitió en el también naciente festival costasoleño. El documento rubricado por el director de 'Uno de los nuestros' (1990) y 'Casino' (1995) es una de las piezas más llamativas que se exhibió en la exposición 'La Semana de Cine de Autor de Benalmádena', que trató en 2015 de rescatar la influencia de este certamen único en España que no solo exhibió películas prohibidas y cinematografías ignoradas en nuestro país, sino que se convirtió en punto de encuentro de cineastas renovadores, antifranquistas y demócratas que encontraron en el festival el espíritu de libertad al que se resistía el tardofranquismo.
En aquel grupo de contestatarios se podría haber integrado a la perfección el debutante Martin Scorsese que, por entonces, lucía barba y melena acorde con la moda de los 70. La solicitud del cineasta para competir con su ópera prima ' Who's that knocking at my door?' ('¿Quién llama a mi puerta?', 1968) fue aceptada, pero otro documento muestra que el director pedía una serie de requisitos para su visita, como viaje, traslados, estancia, manutención y otros gastos. Y aunque el director y fundador de la Semana de Cine de Autor, el recordado Luis Mamerto López-Tapia, no está ya aquí para aclarar aquel episodio, lo que parece evidente es que el autor de 'Taxi Driver' (1976) no se convirtió en uno de los nuestros por «razones económicas».
De polémica en polémica
«Aquello era muy costoso para un festival que se hacía con poco dinero y en el que la estancia corría por cuenta del hotel Alay y las comidas la aportaban los restaurantes que colaboraban para traer a directores y actores», recordó María del Carmen Martín de un festival que estaba llamado a convertirse en refugio del cine más incómodo, atrevido e independiente que se producía en España y en el resto de cinematografías.
La edición de 1989 ya no llegó a celebrarse tras una etapa crespuscular y el abandono de las administraciones, lo que fue calificado por su último director, Julio Diamante, como una «censura económica».
Películas como 'Muerte en Venecia' (1971), la antibelicista 'Johnny cogió su fusil' (1971) o el controvertido documental sobre ETA 'El proceso de Burgos' (1979) –con premio incluido para Imanol Uribe– pasaron por las pantallas del certamen que introdujo en Europa a autores fundamentales como el mexicano Arturo Ripstein o el japonés Nagisa Oshima, que recibió el premio Niña de Benalmadéna en 1971, lo que fue fundamental para que seis ediciones después estrenará su polémica cinta 'El imperio de los sentidos' (1976). El filme fue prohibido por la censura en el último momento, lo que provocó una protesta de la prensa extranjera acreditada en el festival, que consiguió revocar el veto y que el filme se estrenara en la clausura. La expectación fue tal, que la cinta se exhibió en tres salas a la vez.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión