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No ha despertado fumata blanca unánime la película 'Cónclave', una de las más presentes en la temporada de premios de este nuevo año, anoche iniciada ... con la entrega de los Globos de Oro y donde partía con seis nominaciones. La obra del director alemán Edward Berger, ganador del Oscar por 'Sin novedad en el frente', nos muestra una muy entretenida y pulida intriga vaticana en torno a una ficticia sucesión papal. La trama, a partir de una novela de Robert Harris, es hábil a la hora de estereotipar a distintos sectores de la Iglesia católica. Ofrece un vodevil negro, un thriller político con guiños irónicos y una puesta en escena rotunda cuando retrata el pasilleo y los intríngulis de esta intrincada lucha de poder donde nada de lo humano es ajeno. Pero es verdad, como sostienen muchos espectadores insignes o anónimos, que el guion peca de algún giro forzado o artificioso, de trucos milagrosos o de un final pelín alambicado y casi locatis que opaca en parte el gran atractivo y elevado empaque formal, musical y actoral.
A Ralph Fiennes el papel de cardenal organizador del proceso de sucesión le viene de perlas, aunque su interpretación no se mueva mucho entre la cara de pasmo y la de aflicción al verse inmerso en un choque entre corrientes ultraconservadoras y aperturistas, o al tener que mediar, bajo los frescos de Miguel Ángel, con intereses ególatras y geopolíticos. Pero a quien sin duda 'Cónclave' ha vuelto a elevar a los altares cinéfilos ha sido a Isabella Rossellini, como una poco habladora pero firme monja a cargo de la residencia donde los cardenales se alojan durante sus días de encierro. Su papel secundario pero contundente nos devuelve, aunque sea durante unos minutos inolvidables, los genes de vida eterna de su celestial filiación materna, ay. Su presencia bien vale las dos horas de misa de 'Cónclave'. Y de paso, a modo de justicia divina, su personaje condensa una cuestión reivindicada y convertida casi en moraleja de todo el filme: el del papel central y hasta ahora ninguneado de la mujer en la jerarquía eclesial.
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