La revolución se llama Teatro del Soho

La iniciativa del actor malagueño, con el sello de Broadway impreso en el musical de apertura, 'A Chorus Line', escenificó ayer la revolución que ha supuesto para el barrio. Una zona que, con esta iniciativa cultural inédita en España, se ha ganado definitivamente la denominación de Soho.

Banderas fue el más esperado y buscado... y no se hizo de rogar. Apareció el primero para inaugurar la alfombra roja cuando todavía era de día ya que tenía que preparase y concentrarse para el estreno. Que en su caso fue doble: el del musical y el de su teatro. De hecho se le veía tan concentrado que no quiso hacer declaraciones. Posó para los fotógrafos y fue entonces cuando escuchó desde el edificio de enfrente gritarle eso que ya habían escrito: «Te queremos». Y ahí no pudo evitar sonreír, mirar arriba y lanzarle un beso de agradecimiento a sus nuevas vecinas.

Tras las fotos de rigor, el actor se retiró escaleras arriba del antiguo Alameda que ayer se iluminó con su renovada denominación de Teatro del Soho Caixabank. Un espacio que durante los próximos tres meses será su casa ya que tiene por delante más de medio centenar de funciones y 40.000 entradas ya vendidas. Apenas quedan más de mil en la taquilla de aquí a la función de clausura del 19 de enero. Todo un éxito antes del estreno. Aunque por el rostro de Banderas, su preocupación ayer era «no defraudar», como dijo el pasado martes tras el ensayo general del musical para la prensa.

El que sí habló fue Lluis Pasqual que no hizo el paseíllo, pero como flamante director del Teatro del Soho Caixabank tomó posiciones en la entrada del coliseo para recibir a los invitados que llegaban por la alfombra roja. El gestor cultural y director de escena confesó que había tenido «la suerte de inaugurar dos teatros en mi vida, el primero fue el Lliure en los años setenta y ahora este teatro por lo que estoy inmensamente feliz». Tal vez por esa experiencia, Pasqual aseguró que veía más nervios a su alrededor que en primera persona y que la mejor noticia es que habían conseguido inaugurar, «ya que cuando te metes en unas obras de remodelación sabes cuando empiezas pero nunca cuando acabas». E insistió en una idea que ya avanzó hace unos meses en su entrevista con SUR: Este ha sido el proyecto de Antonio Banderas, pero «a partir de hoy es la casa de todos los malagueños».

Para entonces, cientos de personas ya se habían apostado en todo el recorrido de la alfombra roja que desembocaba en el Teatro de Soho, que comenzó a llenarse de invitados y rostros conocidos. Algunos a la carrera –tal vez por el frío que hizo ayer, buscando el refugio de las butacas– y otros más solícitos con la prensa. Como los actores Fran Perea y el concursante de 'Masterchef Celebrity' Félix Gómez, que estuvieron a las órdenes de Antonio Banderas en su película 'El camino de los ingleses' y recordaron que ya entonces –rodaron el filme en Málaga en 2006– el actor les habló de este sueño que ahora ha hecho realidad. De hecho, la idea surgió mucho antes ya que el actor y director malagueño comenzó con un primer proyecto que se denominó Teatro del Puerto, luego pasó por el Astoria y finalmente anoche dejó de ser una ilusión para abrir sus puertas en el Soho.

De las más esperadas anoche fueron las inimitables 'chicas Almodóvar', Rossy de Palma y Loles León, que además llegaron juntas y revolucionando todo a su paso. Le dedicaron piropos a su amigo Banderas y su Teatro del Soho y aseguraron que Málaga estaba «pisando fuerte» en lo cultural cuando se acordaron que también se celebrará en aquí la gala de los premios Goya el próximo 25 de enero. «Yo pienso venir aunque la Academia no me invite», espetó León, que el año pasado entregó precisamente el premio a la mejor película al equipo de 'Campeones'.

Ambas actrices se habían puesto de acuerdo para ir de elegante negro, un color que también eligió el actor y director Santiago Segura que llegó diciendo que Banderas, además de «mucho arte», tenía «capacidad de trabajo». Dos características que mostraba el musical 'A Chorus Line', que «nada tiene que envidiar a Broadway». De hecho, esta obra, que habla del propio teatro y de la dificultad de poner en pie un montaje escénico, es todo un mensaje de los promotores del Teatro del Soho Caixabank del lugar que quieren ocupar en el panorama escénico nacional. Una ambición que todavía está por descubrir ya que Lluis Pasqual desvelará en próximas fechas la programación de esta compañía que producirá sus propios montajes. Y organizará también conciertos, tal y como desveló anoche el cantaor Miguel Poveda que anunció ya ha hablado con el propio director del teatro para que el flamenco también se suba al escenario del Soho. «Actuaré aquí el año que viene», aseguró.

A otra a la que le gustaría subirse a las tablas del nuevo teatro es a la malagueña Pasión Vega, que ayer no se perdió el estreno del musical. Tampoco lo hicieron las cantantes Diana Navarro y Nuria Fergó, que pasaron poco antes que la soprano Ainhoa Arteta y el barítono Carlos Álvarez. El actor Juan Diego, viejo amigo de Banderas, también pisó la alfombra roja, aunque sin detenerse, porque venía «tocado» y el tiempo no acompañaba. Un recorrido con frío climático pero con calor del público que también hicieron la coreógrafa norteamericana Baayork Lee; los intérpretes Natalia de Molina, Jaime Ordóñez, Remedios Cervantes, Miriam Díaz Aroca y Maxi Iglesias; la periodista y presidenta de la Academia de Televisión, María Casado; las presentadoras Nieves Álvarez, Rocío Madrid y Belinda Washington; el cantante Toni Zenet; el humorista Manolo Sarria; la empresaria Paloma Cuevas y el torero Enrique Ponce; la cantaora Estrella Morente y el matador Javier Conde, la actriz Paula Echevarría y el futbolista Miguel Torres, y la modelo venezolana Rosana Zanetti.

La que se paró a hablar con la prensa fue Nicole Kimpel, pareja de Antonio Banderas, que sorprendió con su dominio del español y explicó que el actor llevaba una semana de nervios con el estreno de 'A Chorus Line'. Entre los últimos llegaron los representantes políticos, con una importante presencia de las administraciones del Estado. Así, estuvieron presentes la vicepresidenta en funciones del Gobierno, Carmen Calvo; el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, entre otros.

Para cerrar el desfile de invitados, llegó el glamour más cinéfilo con Pedro Almodóvar y sus inseparables gafas de sol para la noche. El cineasta no quiso hacer declaraciones, aunque a la salida del espectáculo sí que se detuvo para asegurar que había sido «maravilloso estar aquí presente ya que era un sueño que tenía Antonio desde hace mucho tiempo», según recogió para SUR Fernando Torres.

Almodóvar aseguró que estaba «emocionado» de lo que había presenciado y se mostró feliz de haber acompañado al actor y protagonista de su última película, 'Dolor y gloria'. Un título que resume los sentimientos contrapuestos que van asociados a la creación artística y que ilustran lo que el propio Banderas vivió con el estreno de su proyecto más arriesgado y personal.