Juan Cano, un reportero «de la estirpe que sabe que las noticias y la vida están en la calle»
«Cuenta un caso personal y lo eleva a categoría social, en una lección del mejor periodismo»
T. Abajo
Miércoles, 14 de junio 2023, 02:00
Es la primera vez que el Premio de Periodismo de 'El Correo' distingue un reportaje, un género que recoge la esencia de la profesión. ... Así lo cree el presidente de 'El Correo' y de la Fundación Vocento, Enrique de Ybarra, que hizo un elogio del oficio y de la trayectoria de Juan Cano, «que encarna sus mejores valores». El periodista de Diario SUR «representa a una estirpe de reporteros que saben que las noticias están en la calle, que en la calle está también toda una serie de temas que quizá sean histórica o políticamente menos trascendentes que un debate parlamentario, la aprobación de una ley fiscal o una reforma electoral. Pero, a cambio, reflejan mejor la vida», enfatizó.
En su intervención, recordó los orígenes de un género que empezó a escribirse en el año 168 antes de Cristo, cuando la denominada Acta Diurna de los Romanos «informó de una riña en una posada, un desfalco y una ejecución». Su larga historia es «irregular, con momentos brillantes y otros oscuros», pero nos ha dejado «crónicas vibrantes» de innegable tirón para los lectores. Mencionó el crimen de la calle Fuencarral, «que hasta Pérez Galdós usó narrativamente», y el éxito de 'El Caso', al que la censura franquista impuso un límite: «cada semana solo podrían dar dos delitos de sangre». Luego lo redujeron a uno.
Junto a los sucesos surgen las historias de interés humano, un género en el que se forjaron «grandes nombres de la literatura. De Alma Guillermoprieto a Gabriel García Márquez, pasando por Carmen Sarmiento y otros muchos». En esa tradición de periodistas que «a partir del relato de una peripecia particular son capaces de retratar el mundo» se inscribe Juan Cano.
Ybarra destacó su «lenguaje cuidado» y la «tensión narrativa» que imprime a sus reportajes. Relata el encuentro de Ablaye, días antes de morir, con su hijo y su sobrino de forma emotiva, pero «sin caer en las trampas del sentimentalismo. Estamos ante un reportaje que es una lección del mejor periodismo: cuenta una peripecia personal pero la eleva a la categoría social al revelar la existencia de múltiples problemas. Ahí están la pobreza, la marginación, la desigualdad, la soledad, incluso un cierto toque de racismo», concluye. «El periodismo de hoy, como el de ayer y sin duda como el de mañana, necesita muchos Juan Cano».
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