Todos con Proteo

Se ha perdido todo lo que había en Proteo. Todo lo material. Decenas de miles de libros se han esfumado. Los que no se han quemado por las llamas, han quedado cubiertos de ceniza o empapados. El agua y el fuego son los peores enemigos de los libros, junto a la ignorancia y la barbarie. También han caído cajas enteras de ejemplares de Ediciones del Genal, la editorial que también sustenta la librería. Además de los libros, han ardido los equipos informáticos. Los aparatos de aire acondicionado están literalmente derretidos. También muchos cuadros, algunos de gran valor, y los premios que esta librería se ha ganado durante tantas décadas de historia están cubiertos de ceniza. Por encontrar algo de suerte en esta catástrofe, el edificio ha aguantado de una manera casi milagrosa, porque gran parte de su estructura es de madera. La temperatura superó los 600 grados centígrados y el seguro apenas cubre un pequeño porcentaje de lo que costará la supervivencia, que seguro que se producirá, y que tenemos que levantar entre todos.

Hay algo bueno que nos deja esto. Hay esperanza en la ola de solidaridad que han recibido desde editoriales, grandes y pequeñas, y de otras librerías de Málaga y de todo el país, en una comunión del gremio ejemplar. La cultura está volcada con ellos, al igual que lo están todos los lectores. Otro buen ejemplo de este respaldo, de que no están solos, puede encontrarse en las más de 3.000 ventas que se han producido mediante su página web en esta semana, y lo que les queda, además de donaciones. Eso da fuerza y seguro que aporta mucha ilusión, aunque me temo que en lo económico apenas supondrá una gota para el océano que tienen pendiente. La rehabilitación costará cientos de miles de euros, y tardará al menos un año. En el acto que organizó el Aula de Cultura de este periódico, y que supuso la puesta en escena de este enorme respaldo que ha generado este desgraciado accidente, se pidió además una sede temporal para la librería. Las instituciones no pueden ponerse de perfil en este asunto. Junto a las buenas palabras de los políticos tienen que venir los hechos. Muchos ya se han pronunciado. Lo ha hecho el alcalde de la ciudad. También la Diputación de Málaga, que ya ha anunciado compras a la librería y a la editorial, así como bibliotecas públicas y tantos escritores y lectores de todo el país.

A partir de ahora, vienen meses duros en los que Proteo afronta el reto de su reconstrucción. Por eso es importante que nada de esto caiga en el olvido, que la ola de apoyos sea tan estable como los nuevos cimientos de la librería. Que recordemos a la familia de Proteo que no vamos a dejarlos solos, porque con ellos nos une una ligazón emocional inextirpable, un sentimiento que no se va a apagar nunca.