Las mejor y peor vestidas de la gran fiesta del cine español en Málaga

Pasar el examen fashionista no era tarea fácil. La crítica especializada es exigente y no perdona, lo que convierte el codiciado listado de mejor vestidas en un palmarés que requiere de buen gusto, olfato y un equipo de buenos asesores, estilistas, maquilladores y peluqueros. Cada pieza cuenta. De ello saben bien Maribel Verdú -quien optó esta vez por un diseño en negro y dorado que remató con una juvenil trenza lateral-, Andrea Duro -muy guapa con un vestido de pailletes asimétrico de Philosophy- o Silvia Abascal, quien pese a no lucir esta edición su mejor look (el Marchesa del 2019 era muy difícil de superar) supo defender un sofisticado diseño de Elie Saab. El cóctel de bordados, brillos, lentejuelas, transparencias, escote asimétrico y una larga cola -lo tenía todo- hizo que pecara de excesiva.

Quienes también dieron de qué hablar -sobre todo en redes sociales- fueron Anna Castillo y Belén Rueda. Ambas actrices fueron anoche 'trending topic' en Twitter por sus vestidos. La primera a causa de la pronunciada abertura hasta la cintura que dejaba por completo visible su pierna derecha. La segunda por su estética retro -muy años 20- que muchos se apresuraron en comparar a su vez con la de la protagonista de la película 'Frozen'. Un vestido turquesa de Benjamin Friman con kilométrica cola y guantes largos a juego que aunque fue criticado fue de los pocos que aportó algo de frescura en una noche dominada por los looks bicolor en blanco y negro y por los tejidos metalizados.

Sobre la alfombra se impusieron los peinados naturales. Entre ellos, muchos moños altos tipo bailarina, coletas (ideal la de Lucía Jiménez con lazada XL negra) y recogidos medio deshechos como el de Goya Toledo. En su caso daba la impresión de que ni le había dado tiempo a peinarse; lo que acabó desluciendo su vestido joya dorado de Elie Saab. En cuanto a los maquillajes, la de anoche fue una alfombra de propuestas arriesgadas y mucha fantasía. Destacó por encima de todas la de Greta Fernández. La nominada a mejor actriz llevó los pómulos cuajados de mini perlitas, que salpicaban también su manicura, dándole un toque rompedor a su romántico look de Gucci.

A destacar el alto nivel de los estilismos con los que hicieron el paseíllo los invitados malagueños, que dieron una lección de buen gusto. Impecable especialmente María Barranco con un vestido de 'print' floral en tonos nude, celeste y amarillo con destellos metalizados que le favorecía muchísimo. Preciosa su maxi lazada en la espalda. Igual de radiante apareció Mona Martínez, nominada a mejor intérprete de reparto por 'Adiós'. La actriz estaba perfecta con un diseño palabra de honor en degradé celeste de pailletes también obra de Alberta Ferreti. Belén Cuesta -quien se hizo con el Goya a mejor actriz protagonista- brilló con un original modelo de Pertegaz bicolor en crudo y negro con una falda tulipán con abertura por delante que dejaba sus piernas a la vista.

En el capítulo masculino, también grandes alegrías estilísticas. Muy elegantes Antonio Banderas y Antonio de la Torre. Ambos con esmoquin a medida. El primero firmado por Emidio Tucci para El Corte Inglés y el segundo de la firma Toque de Sastre (la misma a la que recurrió en la edición de 2019). El complemento con sello local más rompedor se atrevió a llevarlo el actor Canco Rodríguez, que se calzó unos arriesgados mocasines de Louboutin con dibujo de pedrería.

A celebrar que la moda local lograra finalmente hacerse un hueco (aunque muy tímido) en el Carpena. Así, sobre la alfombra desfilaron modelos del diseñador de alta costura Rafael Urquízar. Los lucieron, con acierto las actrices malagueñas Adelfa Calvo y Laura Baena.

Y de sobresalientes... a fracasos. Y es que no hay alfombra sin excentricidad y en esta edición uno de los protagonistas fue Óscar Jaenada, que se presentó con unas maxi gafas moradas totalmente fuera de lugar. Los Javis (Javier Ambrossi y Javier Calvo) volvieron a llamar la atención con sus impactantes 'outfits' -a juego por cierto- firmados por Lanvin mientras que Eduardo Casanova acaparó miradas con un chaqué blanco, con solapas asimétricas, fajín de seda y capa de Mans Concept. Completó el look con guantes de plumeti y botines.

Tampoco pasaron desapercibidos -por diferentes- el traje de sastrería de corte militar de Antonio Velázquez (con toques rojos) o los botones dorados de la chaqueta de Antonio Tejero. Y es que a veces para ganar hay que arriesgar. Y ganadores hubo este sábado muchos sobre una alfombra roja muy glamourosa que será recordada por la calidad de sus looks pese a que los últimos coletazos del paso de la borrasca Gloria por la provincia complicaron la llegada -con paraguas-de muchos de los asistentes. Dentro del Carpena, brilló la moda.