La alfombra roja de los olvidados

Todo esto ha ocurrido porque el director de centro, José Miguel Santos, estaba paseando el domingo por la zona del Martín Carpena cuando apreció que un grupo de personas estaba cortando trozos de la alfombra roja de los Goya junto a otra serie de materiales que habían sido abandonados cuando los focos se apagaron. Rápidamente, José Miguel pensó que aquello podría servirles en un centro en el que carecen de recursos, y en el que además están acostumbrados a revolver entre los contenedores para obtener materiales.

«Los alumnos del colegio ni siquiera saben qué son los Goya, menos aún que se han celebrado en Málaga. Pero entienden que una alfombra roja es para la gente importante», relata el director del centro. «Por eso, ellos no sabían si podían tocarla o pisarla, pero rápidamente les hemos explicado que son lo más importante del cole, y que la alfombra era para ellos», señala.

José Miguel entiende que para muchos esto funcione como una metáfora, pero que en el fondo es la realidad a la que se enfrentan a diario. «Nuestro centro es como las familias que lo componen», añade, «y estamos acostumbrados a sacar recursos de los cubos de la basura».

De momento, todo lo que rescató el responsable del centro con su coche particular ha servido para que sus alumnos se sientan «gente importante» por un día, aunque no será lo único. «Lo vamos a utilizar para obras de teatro, graduaciones, 'photocalls' de actividades del cole, exposiciones y para el mural del teatro. Además, algún profesor ha dicho de ponerlas en el aula para que se puedan sentar en el suelo los alumnos», desgrana Santos.

Lo llamativo de la situación (como ya hizo notar el director del centro en un 'post' de Facebook que se ha hecho viral), es que la Academia de Cine presentó esta gala como «verde» y con el objetivo de luchar contra el cambio climático. En concreto, la intención era organizar un evento «neutro en carbono» ya que tanto la Academia como el Consistorio malagueño tienen firmado un compromiso en esta materia.

De esta manera, se tomaron en consideración las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas de forma «directa e indirecta» , analizando materias como el consumo energético de la gala, el transporte de invitados, el alojamiento o el catering, entre otras cuestiones. Asimismo, ambas entidades se comprometieron a que a este proyecto se iban a destinar los «medios necesarios» para reducir el impacto ambiental y compensar aquellas emisiones que no se pueda minimizar o evitar.

Lo que está claro es que en la búsqueda de la sostenibilidad no pensaron en la alfombra roja que pisaron durante cuatro horas las mayores estrellas del cine español, y que ahora sirven como reivindicación de la 'cara b' de la ciudad. Aún así, José Miguel Santos no pretende ser un héroe, sino trasladar un mensaje claro: Que el barrio se merece más oportunidades y una mayor inversión. «Que crean en nosotros, solo eso».