Un peculiar grupo de secuestradores, víctimas de su propio rehén
Mario Gas dirige a Vicky Peña, Gloria Muñoz, Juan Calot y Manuel Galiana en una producción inspirada en hechos reales y que además, ha sido víctima de un robo a pocos días de su estreno en Málaga
Carlota Hernández
Domingo, 22 de enero 2023, 11:10
Cuatro jubilados alemanes pierden todos sus ahorros en una fallida inversión inmobiliaria en Florida que iba a ser su retiro soñado por culpa de un ... asesor fiscal, al que retendrán durante días para exigirle el dinero robado. Esta noticia real, ocurrida en Baviera en el año 2010, supone el material argumental con el que el dramaturgo Alberto Iglesias elabora Los secuestradores del Lago Chiemsee, estrenada ayer sábado en el Teatro Cervantes de Málaga bajo la dirección de Mario Gas en unas circunstancias muy singulares.
La compañía Barco Pirata, productora de la obra, fue víctima hace un par de días del robo del camión con el vestuario, escenografía, utilería y elementos de iluminación que iban a ser utilizados por el espectáculo, quedándose prácticamente sin nada, tal y cómo les sucede a los cinco protagonistas de la obra. En esta ocasión, lejos de tomarse la justicia por su mano tal y cómo hacen los sexagenarios, tanto director como actores han decidido continuar con el espectáculo y ofrecer al público malagueño una obra casi a escenario vacío, sugiriendo con los elementos justos los distintos espacios donde tiene lugar la acción dramática. Se ayudan también de líneas blancas y letreros en el suelo que delimitan y aportan información sobre el espacio -tal y cómo hizo Lars von Trier con su film Dogville-, dónde se supone que hay un bosque, un sótano o un jardín, creando una puesta en escena con un marcado aire brechtiano.
No convence sin embargo el texto, que arranca ya con James, el asesor financiero que estafa al grupo, secuestrado, privando al espectador de la parte que quizás hubiera sido más entretenida y que sin duda hubiera dado más ritmo a la producción, que sería ver cómo este quinteto de clase media-alta trazan y ejecutan el oscuro plan de secuestro. Tampoco se profundiza en las relaciones de los personajes -interpretados por Vicky Peña, Gloria Muñoz, Juan Calot, Manuel Galiana y el propio Iglesias en el papel del asesor- quedándose una sucesión de escenas de matrimonio que charlan y beben en el jardín con conversaciones de lo más banales, al más puro estilo del drama burgués, con momentos donde presionan y torturan al secuestrado que se quedan muy pobres en cuanto a tensión dramática, rozando la parodia.
Sorprende que un peso pesado de la escena como es Mario Gas, sobradamente experimentado en el teatro de texto y que ha dejado obras para el recuerdo como su versión de Incendios de Wajdi Mouawad en 2017 haya caído en una historia sin profundidad ni progreso, carente de ritmo dramático y muy lejana de suscitar ninguna emoción interesante en el espectador.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión