Travis Birds hace sonar su música con alma en La Cochera Cabaret
La cantautora conocida por el tributo a Sabina 'Ni tan joven ni tan viejo' y por ponerle música a la cabecera de 'El Embarcadero', la cantautora madrileña llega a Málaga con entradas agotadas tras lanzar su nuevo disco, 'La costa de los mosquitos'
Reconoce que es la primera vez que viene a Málaga para cantar a su público; desconocidos entregados que han agotado entradas para su actuación ... de esta tarde en La Cochera Cabaret varios días antes. Durante la charla telefónica se percibe una dulce emoción en su voz, y no es de extrañar porque Travis Birds (Madrid, 1990) es todo alma, sentimiento y conexión musical, que transmite con poco esfuerzo. La cantautora, que empieza con 19 años a recorrer los pequeños escenarios más escondidos de Madrid, da un pequeño salto para cumplir su sueño cuando su tema 'Coyotes' le pone música y reconocimiento a la serie de Movistar+ 'El Embarcadero'. En ese momento su nombre comienza a sonar y a hacerse más reconocido, pero... ¿Quién se esconde tras este proyecto con tanta pasión y fuerza?
–¿Cómo empieza su inquietud por la música?
–Fue a raíz de una época triste que tuve en 2010, típico momento con 19 años que no sabes qué quieres hacer. Un día cogí una guitarra y como nunca antes había aprendido a tocar me puse y fue una conexión increíble al sentir cómo vibraba. De repente pasaba cada rato libre tocando la guitarra y poco a poco fui aprendiendo. Le enseñé un primer trozo de canción a mi hermana y me apoyó mucho. Después terminé mis estudios en diseño y decidí estudiar composición musical, que no tenía ni idea.
–¿Qué le llevó a tomar la decisión de dedicarse a la música?
–Fue algo bastante loco, porque yo sólo tenía un trozo de canción, pero lo vi como una luz. Yo tenía algo que decir y aportar y poco a poco fui yendo a micros abiertos de Madrid a tocar con gente y a aprender de los demás.
–¿Cómo fueron esos primeros momentos de intentar meter la cabeza en el mundillo?
–Tenía mucho que aprender todavía y me fui llevando algunos palos, porque me recorría Madrid intentando tocar con la gente y me costó conseguir que los demás se metieran en mis canciones. Tuve un periodo de recorrerme la ciudad todos los días de punta a punta sólo para tocar el 'shaker', un instrumento rítmico súper pequeño. Pero sobre todo me dio la perspectiva de ver la música desde la humildad y la modestia.
–¿En qué momento notó el auge de su música?
–El primer golpe de visibilidad fue con 'Coyotes' con la serie de 'El embarcadero', era un escaparate muy grande y fue cuando la gente empezó a preguntarse quién era yo. No fue un cambio de vida, pero veía que se empezaba a mover el árbol y a obtener más reconocimiento. Después llegó 'Tributo a Sabina. Ni tan joven ni tan viejo' en diciembre de 2019 y participar con gente tan potente me dio mucha visibilidad. En esos momentos noté mucho movimiento.
Un disco para apreciar
–Acaba de sacar 'La costa de los mosquitos', ¿cómo se siente?
–Estoy alucinando, porque yo quería haber publicado este disco en 2019, pero me quise desvincular de mi discográfica anterior porque no funcionaba esa dinámica de trabajo que teníamos. Después llegó la pandemia y con dos años de retraso por fin he podido sacarlo. Estoy sorprendida por la acogida, porque este disco necesita cierta escucha, no es un disco rápido y no tiene ninguna canción que entre así, rápido. Está siendo muy bonito.
–Porque, ¿qué quiere decir con él?
–Conceptualmente habla de las obsesiones como vehículo hacia la locura, conectar con la parte más animal e impulsiva que tenemos. Es muy metafórico y dejamos que la gente interprete las canciones. De cara al directo en La Cochera será en acústico.
–¿Cómo ve a su público en esta nueva etapa?
–Siempre muy respetuoso y con mucha capacidad de escucha. Me dan la oportunidad de escuchar mis canciones y se dejan llevar por el viaje. Me hace ilusión y cuanto más avancemos en los conciertos más tiempo tendrá el público para reconocer los temas.
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