El público respalda a una Orquesta Filarmónica de Málaga en horas bajas con el mayor número de abonados en más de una década
Los socios suben hasta los 966, cerca del récord que alcanzó Aldo Ceccato, a pesar del convulso fin de temporada con la dimisión del gerente y los cambios de programación por falta de músicos
Fue un cierre de temporada convulso para la Orquesta Filarmónica de Málaga. A los cambios de última hora en la programación por falta de músicos, ... con una plaza de concertino aún vacante por problemas en el concurso público, se sumó la repentina dimisión del gerente. Cabría esperar que el público marcara distancias con su orquesta, que mostrara su malestar alejándose de ella, pero la reacción ha sido totalmente la contraria. La OFM inaugura este jueves nueva temporada con el mayor número de abonados en más de una década: 966 personas acompañarán a la orquesta en cada programa en el Teatro Cervantes.
En un año, la OFM suma 91 abonados más (un 10,4% de aumento), acercándose así al récord de 1.013 que logró Aldo Ceccato en su penúltimo curso en Málaga (2007-2008). El seguimiento de esta temporada es el más alto desde el curso 2008-2009, hace ya 16 años, cuando se contabilizaron 981 abonados. A partir de ahí, la asistencia a los conciertos de abono osciló con muchas bajadas y algunas subidas.
José María Moreno, batuta titular y artística, ha conseguido recuperar a los espectadores que se apartaron del teatro durante la pandemia (en 2021, los socios cayeron a 776) y ha logrado mantener la ilusión con una dirección enérgica y una programación que combina las grandes piezas del repertorio con composiciones más arriesgadas y estrenos.
Para este arranque de curso, jueves y viernes, Moreno se subirá al atril con una selección de marcado acento ruso, con obras de Mijaíl Ivánovich Glinka, Alexander Scriabin y Sergéi Prokófiev. Contará con la actuación solista al piano del intérprete polaco Raphael Alexandre Lustchevsky y de la mezzosprano María José Corbacho, acompañada por el Coro de Ópera de Málaga, dirigido por María del Mar Muñoz Varo.
La respuesta del abonado es, también, un gesto de apoyo a la OFM en la nueva etapa que afronta. Tras 25 años en el cargo, Juan Carlos Ramírez da un paso atrás en la gerencia y ya está en marcha la búsqueda de sustituto. El Boletín Oficial de la Provincia publicó las bases la semana pasada para este puesto de alta dirección que estará dotado con un salario bruto de 90.000 euros anuales (17.000 más que el anterior responsable) y una duración inicial de dos años, prorrogables.
La OFM está ahora pendiente de que se vuelva a convocar la plaza de concertino, la más relevante en una orquesta tras el director, después de declararse desierto el anterior concurso tras las alegaciones de varios aspirantes por una irregularidad en el proceso. Además, aún quedan puestos vacantes en la plantilla que tendrán que cubrirse con nuevas ofertas de empleo público. Es la única forma legal para cubrir los huecos existentes, tras tumbar la Inspección de Trabajo los contratos por prestación de servicio al entender que ejercían como falsos autónomos. Los vacíos generados por esta medida obligaron a la orquesta a cambiar dos programas por falta de músicos casi ‘in extremis’.
La Filarmónica se enfrenta así a varios retos en su trigésimo quinta temporada de abono, pero también tiene por delante nuevos alicientes, como el traslado a una nueva sede en El Ejido tras más de 30 años de temporalidad en Carranque. La OFM está a la espera de que la Universidad de Málaga ceda al Ayuntamiento los pabellones aún pendientes en la zona de los antiguos comedores universitarios para acometer la tercera fase de las obras. Hasta que no se completen los trabajos de rehabilitación, no se podrá utilizar la nueva sala de ensayo, ya completamente terminada. Quizás, como dice el dicho popular, lo que mal empieza bien acaba.
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