Nieves Escobar, un 9,67 de nota que vale un futuro musical
La Fundación Musical beca con 15.000 euros a la oboísta malagueña por tener el mejor expediente académico del Conservatorio Superior
Empezó tocando el saxofón con 10 años en la banda de su pueblo, pero faltaban oboes. «Y sin saber ni lo que era, me lo ... plantaron en las manos», recuerda Nieves Escobar. Hoy, muchas horas de estudio después, ese instrumento le ha hecho ser la alumna más destacada del Conservatorio Superior de Málaga en 2020. La malagueña, natural de Torrox, ha sido galardonada con el XV Premio Fundación Musical de Málaga al mejor expediente académico por su 9,67. «Acertaron con el cambio, les estoy súper agradecida».
Nieves Escobar recibirá el galardón este jueves en la Sala Falla del Conservatorio Superior de Música (20.00 horas) con piezas de Pasculli y Castiglioni, y un guiño contemporáneo: el estreno absoluto de 'From a Goat's Journal' del compositor Alejandro de la Torre, el último premiado de la Fundación Musical. Hace más de un año, desde que irrumpió la pandemia, que no actúa como solista. Ni siquiera pudo hacer el tradicional recital fin de estudios por el confinamiento. «Lo que perdí lo voy a recuperar este jueves», aplaude.
Pero tocar en directo es solo la primera recompensa a su dedicación. La segunda, la más importante, es una beca de 15.000 euros para invertir en su formación durante los próximos dos años. Y Nieves Escobar tiene claro lo que hará. El curso que viene estudiará un máster de interpretación en la Universidad Alfonso X El Sabio de Madrid con el oboísta Víctor Manuel Ánchel. Y, al mismo tiempo, quiere seguir profundizando en el conocimiento del oboe barroco. Desde finales del siglo pasado existe un fuerte movimiento de rescate de la música antigua con un planteamiento historicista, una corriente que tiene aún más peso en Italia, donde Escobar cursó un año de Erasmus. Allí se especializó en ese periodo musical con el oboísta Paolo Grazzi. «Me gustó tanto que estaba deseando ponerme otra vez con ello. Entender la música de entonces nos ayuda a entender la actual», asegura la joven.
Sin la beca, sus siguientes pasos tendrían que ser necesariamente otros. «Sin esta ayuda no lo podría hacer. Es una emoción total porque me permite continuar mis estudios donde quiero y con lo que quiero», argumenta Escobar. Un sentimiento compartido por toda la familia. «La música tiene algo terrible. Le dedicas muchas horas al día para media hora de concierto. Mis padres saben todo lo que hay detrás que no se ve, ellos lo ven. Para ellos este premio es una gran alegría»
En un futuro se ve a sí misma impartiendo clases. Y no porque la docencia sea el destino más seguro del músico: «Siempre estudié con ese objetivo». «Me gusta, me encanta trabajar con niños. Siempre lo he disfrutado y puedes aprender mucho de tus alumnos», asegura. Pero nunca abandonará la interpretación, especialmente la música de cámara.
Renunció a la carrera de traducción por el oboe, sabe que se ha perdido muchas fiestas con amigos por ensayos y conciertos, pero esto no lo cambia. «La música es muy gratificante», concluye.
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