Leiva en Fuengirola: Una misa musical que acerca a los espectadores al cielo
El cantante madrileño hace parada en el Marenostrum con su Tour Gigante y deleita al público con un repaso por toda su discografía en 22 canciones
Adri Revilla
Domingo, 24 de agosto 2025, 15:13
Tal vez muchas personas han experimentado la decepción al ver a su cantante favorito, dándose cuenta de que la música que escuchan en su casa ... no es la misma que en directo, no se siente de la misma forma. Nada de eso pasó con Leiva. El concierto, celebrado en el Marenostrum de Fuengirola, no fue un show, fue una misa con tono musical con la que los espectadores vieron muy de cerca el cielo.
El cantante madrileño hizo parada en la capital de la Costa del Sol con su Tour Gigante para deleitar al público con un repaso por toda su discografía en 22 canciones. Desde tempranas horas de la tarde, la gente se aglomeraba en las primeras filas de la pista para no perderse ni un pequeño detalle del concierto. No importaban las altas temperaturas; lo único que importaba era lo que estaba por llegar.
Como es costumbre, Leiva llegó con la puntualidad de un reloj, no sin antes poner un cronómetro de 10 minutos para poder sacar toda la euforia del público y que estuviesen preparados para la jornada. En el momento en que el cantante salió al escenario, se hizo un gran silencio, muestra del respeto que el público le tiene, seguido de una ovación a los pocos instantes.
No podía comenzar de otra forma que no fuese con el tema de 'Bajo presión'. En el escenario, Leiva y sus músicos se fusionaban en uno y hacían de la música una experiencia trascendental. Los espectadores lloraban, saltaban, gritaban hasta quedarse sin voz, pero nadie se quedaba quieto; la música les apoderaba.
Los temas que vinieron después hacían saltos en el tiempo, desde canciones de su último disco a algunas mucho más antiguas: 'La lluvia en los zapatos', 'Gigante', 'Lobos' o 'Terriblemente cruel', entre otros. Sin duda, el momento más emotivo llegó con 'Vis a vis': se sintió como una bala en el pecho.
En el ecuador del concierto, Leiva, mientras cambiaba y retocaba su guitarra para que no hubiera ningún fallo en el directo, agradecía a todos los presentes el esfuerzo de estar allí: «Nosotros venimos de abajo, y sabemos lo que cuesta ganar dinero. Así que, gracias a todos los que habéis hecho un esfuerzo por venir».
A pesar de su gran fama en el panorama musical y su larga trayectoria sobre los escenarios, Leiva seguía mostrándose nervioso ante sus fans, con el deseo de que no fallase nada, pero sobre todo, con la ilusión de las primeras veces. «No es nuestra primera vez aquí, pero sí la vez que más gente vemos. No estamos acostumbrados. Es algo flipante».
En todo momento, se mostró transparente ante el público, sin dejarse nada dentro. Un ejemplo de ello es 'Caida libre', una canción que sale de la lucha incombustible del artista contra la depresión. «A veces, por cosas que pasan, te da una caída libre, escribes una canción nueva, muy ilusionado porque encuentras el sentido. Las canciones me siguen salvando la vida», resaltó el madrileño antes de entonarla.
Haciendo un guiño a la ciudad donde se celebró el concierto, decidió subir al cantante malagueño Nacho Sarria. Juntos cantaron la mítica canción de 'Lady Madrid' del grupo Pereza, del que Leiva era componente. Ya llegaba el final del show y la gente daba todo de sí.
Fueron dos horas de concierto. Y, del mismo modo que no hay un adjetivo único para definir el estilo musical de Leiva entre el rock, el pop o el indie, tampoco lo hay para aquella noche del 23 de agosto. Lo que sí quedó fue la sensación de un renacer, un pequeño oasis con el que cerrar la noche.
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