
Secciones
Servicios
Destacamos
Su nombre le define a la perfección: Helge revela su origen vikingo (Malmö, 1956), Antoni descubre su carácter latino. Una mezcla que hace de él ... un nórdico atípico, extrovertido y comprometido. «Imposible hacerme el sueco», bromea. Y también un músico poco convencional, sin aires de «estrella». «Un día puedo tocar para un rey y al otro para los niños». El pianista de proyección internacional abre las puertas de su casa en Málaga, su nuevo hogar desde hace año y medio, una ciudad donde quiere echar raíces y aportar su experiencia de más de cuatro décadas en la música. «Málaga es para mí la fusión de todo lo que me gusta», asegura durante una charla distendida en la que nunca abandona la sonrisa.
Helge Antoni llegó a Málaga por recomendación de un amigo tras una temporada en Barcelona («El independentismo creó malestar en el ambiente») y un periplo vital que le ha llevado a pasar largas temporadas en Londres, París y Lima. Es un pianista de mundo desde que con poco más de 20 años se convirtiera en el primer músico sueco en recibir una beca del British Council. A partir de ese momento, su carrera de concertista fue en ascenso, en solitario y también como acompañante de algunas de las orquestas más prestigiosas de Europa y EE UU. Una lista a la que pronto se sumará la Orquesta Filarmónica de Málaga.
Confiesa que le «entusiasmó» desde la primera vez que la escuchó. «En la OFM he descubierto a una de las mejores orquestas de España, con un nivel internacional. Palabra de sueco», declara. Una formación «de primera» con una batuta «fantástica», apostilla. En el director titular José María Moreno, dice, ha encontrado un músico de gran sensibilidad con el que conecta en la manera de entender y hacer música. Una buena sintonía que se traducirá el próximo 6 de diciembre en un concierto extraordinario en el Teatro Cervantes que busca estrechar vínculos entre ambas culturas.
'Noche escandinava en homenaje a Alfred Nobel' (6 de diciembre, 19.00 horas, entre 9 y 24 euros) propone un recorrido por composiciones emblemáticas de los países nórdicos, algunas de ellas poco conocidas en estas tierras pero «fascinantes y fáciles de escuchar, con mucha emoción». Se presenta como una celebración de dos momentos importantes de su historia: la entrega de los Premios Nobel en Suecia y Noruega que tienen lugar en este mes; y la festividad del 6 de diciembre, día en el que Finlandia se declaró independiente del Imperio Ruso, algo que la guerra de Ucrania ha devuelto a la actualidad. Acontecimientos muy significativos para tres comunidades extranjeras con una importante presencia en Málaga.
Con José María Moreno en el atril, sonarán la obra del sueco Hugo Alfvén con la que se inicia cada año la ceremonia de los Nobel, el 'Concierto para piano y orquesta en la menor' del noruego Edvar Grieg (con Antoni como pianista invitado), la 'Suite Pastoral' del sueco Lars-Erik Larsson y dos piezas del autor más popular de Finlandia, Jean Sibelius. Entre el público, como símbolo de esa unión entre países, estará el embajador de Suecia en España.
En su cabeza hay muchas más propuestas para la ciudad con la complicidad de la OFM. «Vamos a hacer cosas para abrir la música clásica a los jóvenes de Málaga», avanza. El contacto con las nuevas generaciones es para él fundamental, es su misión como músico. De hecho, durante su estancia en Perú, de donde es natural su mujer, creó una fundación que cambió la vida de muchos jóvenes músicos. «Si no conoces a Beethoven y Chopin, es como si no conocieras a Cervantes. Es parte de tu educación, te da una riqueza inmensa».
De entrada, la próxima semana ofrecerá varios recitales didácticos en Fuengirola en el colegio sueco y en el Palacio de la Paz para escolares del municipio. «Me gusta compartir mi música creando programas interesantes que se puedan explicar al público. Llevo 40 años de carrera, he dado miles de conciertos y siempre he encontrado reacciones fantásticas entre los jóvenes», añade. Está convencido del «poder de la música», de su capacidad para emocionar a personas de cualquier edad cuando se interpreta con pasión y «autenticidad». Y Helge Antoni desprende entusiasmo y verdad.
Ahora vive «con un pie» en Estocolmo y otro en Málaga, donde ha encontrado un «ambiente muy abierto» que le hace sentir uno más de la ciudad. «La cultura que hay aquí nos impresionó nada más llegar. Hay museos, orquestas, conferencias fascinantes…», detalla. Una historia de amor que sellará el próximo 14 de febrero, día de San Valentín, con un recital de piano en el auditorio del Museo Picasso, dentro del Ciclo de Cámara de la Orquesta Filarmónica de Málaga. «Siento que esto es de por vida», concluye.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.