Expertos en música clásica reclaman un auditorio «de calidad» en Málaga

Para reforzar esta petición y que este espacio sea una realidad en los próximos años, comenzó el pasado lunes en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés el ciclo de charlas/coloquios 'Por el Auditorio de la Música de Málaga' que se extenderá hasta diciembre y que contará con musicólogos, críticos y gestores culturales. Durante el primero de ellos en el que se trató la música clásica, el gestor cultural, Carlos de Mesa, comenzó su intervención aclarando que «no es un proyecto excesivamente caro o dirigido a una minoría de ciudadanos o dedicado a un tipo de música», sino que se pretenderá que diversos estilos como el flamenco, el pop-rock, e incluso la zarzuela, tengan cabida en él.

Este primer acto pretende, en palabras de De Mesa, «abrir este movimiento a los ciudadanos y a los artistas de diferentes ámbitos musicales» que tendrán su espacio en el Auditorio. Añadió, además, que las Orquestas Filármonica y la Sinfónica de Málaga no disponen de un lugar adecuado en el que se pueda interpretar con «calidad y rigor», y que el público merece un lugar con una acústica adecuada, un auditorio que albergue a más de 1800 espectadores y que se ponga al alcance de los malagueños «todo el potencial» de los artistas.

El crítico musical José Manuel Cabra Apalategui hizo alusión a la forma en la que tiene la cultura de «hablar de nosotros como individuos y como sociedad», y que representa cómo «hemos elegido vivir», una ocasión perfecta para que la labor museística que está en auge en la ciudad se acompañe también de un proyecto tan ambicioso como necesario.

Por su parte, la musicóloga y profesora en la Universidad de Málaga, María José de la Torre, presente también en esta mesa, afirmó que «Málaga aspira a ser una gran ciudad de cultura y este deseo no podrá materializarse sin un auditorio de categoría», necesario para «ser un referente nacional e incluso europeo». Además, aclaró que no es «un proyecto elitista que busque contentar a un sector», sino que es un propósito «para la ciudad y de ciudad», que en términos económicos y culturales generará la riqueza que Málaga busca, atrayendo a un «turismo de calidad». De la Torre fue clara en su intervención aludiendo a la necesidad de este espacio, no sólo para conseguir un lugar idóneo para la música, sino también para generar puestos de trabajo de manera directa e indirecta.