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La última jornada de Oh, See! cierra con 'sold out' y nueva fecha para la próxima edición
Unas 14.000 personas disfrutan de Kiko Veneno, Nil Moliner y Fangoria en un evento que anuncia para mayo de 2023 su siguiente cita
¡Cómo cambian las caras cuando la jornada anterior ya ha habido fiesta! Los primeros atrevidos de una segunda tanda de conciertos de Oh, See! ... en el Auditorio de Málaga pudieron resguardarse entre las nubes de un día primaveral más bochornoso que de costumbre; y menos mal que el sol no se dejaba ver demasiado, porque la resaca musical se palpaba en la pista. Sin embargo, la actitud festivalera no tardó en regresar a una cita que es ya tradición y que en cada edición gana más adeptos y enamorados de su eclecticismo.
No fue una sorpresa que en esta segunda y última cita hicieran 'sold out' con 14.000 entradas vendidas: expectación y heterogeneidad entre el público en su punto más alto. Además, adelantaban que su próxima fecha ya está cociéndose, y será el 27 y el 28 de mayo de 2023. Aún tenemos el regusto de esta vuelta a la normalidad festivalera entre los labios, pero las buenas noticias nunca están de más.
De vuelta a la explanada del Auditorio, los chicos de Karavana cantaron para unos pocos bajo un sol justiciero, aunque se les notó disfrutando a pesar de que su cita era a las dos de la tarde. Al grupo Amatria también le tocó una hora algo complicada, aunque en Oh, See! cualquier momento es bueno para disfrutar entre amigos. A Cupido, el grupo que llegó después, le llaman la banda 'revelación' del momento: la unión de Pimp Flaco y Solo Astra estuvo en 'stand by' durante un tiempo, aunque hace pocos meses han vuelto a sorprender a los suyos con varios temas nuevos que serán los primeros de un inminente disco en común.
Una hora más tarde, las gorras para atrás, los pantalones cortos, los tops y los tenis gastados desaparecieron de la explanada para dejar paso a un público más experimentado y, por qué no decirlo, más canoso. Kiko Veneno estaba en Málaga para regalar a su público un concierto de menos de una hora, pero con muchos de esos temas más queridos por los que siguen la carrera de este rockero flamenco. Por este presente se llevó una cariñosa y merecida ovación. Después, el alternativo Ángel Stanich se ganó a los malagueños ofreciendo datos significativos de la ciudad, aunque sin mucha relevancia para los que ya llevaban algunas cervezas encima. Sin embargo, fue todo un detalle que mezcló con temas antiguos y otros más nuevos: «Creo que para ser Stanich, que él siempre es más parado, ha estado muy dicharachero y ha conectado con el público, la verdad. Lo de que se haya aprendido muchos datos de Málaga, de este distrito, ha sido raro», comentaba Jesús entre risas, un malagueño que en realidad acudió por ver a Lori Meyers en la tarde del viernes, pero se dejó llevar por la gracia y la variedad del sábado.
Un poco de optimismo
El siguiente en el escenario y con las últimas luces del día escondiéndose entre los muros del Auditorio fue Nil Moliner, que alegró sobremanera la explanada y la grada con el optimismo que desprenden sus letras. «Este es el primer festival que hacemos siendo felices», reconoció el cantante y compositor. Entre el tumulto, el baile y la complicidad estaban servidos como punto fuerte de un show en el que Moliner estuvo muy cerca de los malagueños. «Cada vez que venimos aquí nos enamoramos de vuestra esencia», comentó a modo de despedida.
Un parón algo extenso entre concierto y concierto trajo a las chicas de Ginebras a un Oh, See! ya completamente animado. Con letras ácidas, cómicas y mucha interacción con el público, estas cuatro artistas reivindicaron el amor libre en el colectivo LGTBI o se quejaron de lo «cara que es la ropa vintage». Los esperados Carolina Durante fueron los penúltimos de una noche que se iba animando por momentos.
El plato fuerte de la noche se hizo esperar, ciertamente un ‘descanso’ que resultó tedioso para muchos, que se quedaban dormitando en las gradas. Pasada la una de la mañana, las Nancys Rubias calentaban el escenario a la protagonista de la noche, Alaska. Aunque antes, esta banda acostumbrada al ‘playback’ motivó a los que estaban ya pensando en sus almohadas: «Viva Málaga, la ciudad más cosmopolita del mundo. Esta ciudad está abierta al mundo y no tiene prejuicios como no los tenemos nosotros», confesó Mario Vaquerizo, el showman de este grupo en el que se acompaña de la Juan Pe, su hermana Marta y Miguel.
Tras terminar el concierto, otra breve espera apagó los ánimos de nuevo, pero la expectación estaba intacta para cantar con Olvido los mejores temas de su carrera.
Fangoria llenó el escenario de cuatro misteriosos bailarines y juegos de luces y proyecciones: «Nos encanta estar en un festival y nos encanta estar en Málaga, así que esta noche lo tenemos todo», explicó Alaska, conquistando a los que estaban enganchados a su concierto. Poco a poco fue llevándose a los demás a su terreno, aunque le costó algunos temas.
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