Los malagueños Álvaro Lozano y Julia Merino, ganadores de un certamen de jóvenes intérpretes

Si Álvaro Lozano es un ejemplo de vocación temprana y dedicación a la música desde niño, Julia representa la consecución de un sueño, su dedicación de lleno al canto, abandonando una profesión tan exigente como la medicina tras culminar sus estudios y obtener una plaza de médico residente.

Álvaro (18 años) está realizando sus estudios superiores de violonchelo en la Escuela Superior de Música Reina Sofía. Julia (31 años), por su parte, tras abandonar la profesión médica, se marchó a Londres y fue admitida en el Guildhall School of Music and Drama, con acceso directo al tercer curso del equivalente al grado superior español.

Para Julia Merino, su participación en el Certamen Pedro Bote y la obtención tanto del primer premio como del premio al Mejor Intérprete de Composición de Música Española representan «un gran impacto para mí a todos los niveles, tanto profesional como personal. Después de la apuesta vital realizada hace escasos años -dejó su profesión hace cinco años-, supone mi vuelta a casa con las manos llenas no solo de aprendizaje y experiencia, sino también llenas de ilusión por encontrar mi lugar en el panorama artístico nacional. No puedo expresar con palabras lo que significa el poder ofrecer desde el escenario lo que soy como persona y como artista y, a cambio, recibir tanta gratitud», señala la joven desde Londres.

Álvaro Lozano se refiere a su participación en el concurso como «una experiencia muy enriquecedora. Ha sido una gran organización, con muy buen ambiente. El jurado muy cercano, muy amables», afirma. Esta experiencia, asegura, «me aporta mucho tanto a nivel personal como profesional. Se vive con muchos nervios, como todo concurso -añade-, porque te has esforzado y estudiado muchas horas». Reconoce no esperar que le fuera tan bien, y agradece al jurado que le haya otorgado este primer premio, que incluye para los ganadores una gira de conciertos.

Álvaro y Julia no se conocían hasta este concurso, y ambos tienen palabras de reconocimiento mutuas. «Para mí ha sido un orgullo compartir el premio con una malagueña, simpática y cariñosa y una gran profesional», dice Álvaro de Julia. Ella señala, por su parte, que el concurso le ha permitido conocer a Álvaro, un joven que «derrocha no solo virtuosismo y sensibilidad abrumadora al instrumento, sino una bondad y nobleza poco comunes».

Por solo señalar lo más actual de su extenso currículum, Álvaro fue invitado en febrero de este año por la Orquesta Filarmónica de Málaga para actuar como solista. En junio fue uno de los seleccionados por la Fundación Málaga para recibir las becas Talento y, posteriormente, recibió de la reina Doña Sofía el diploma a los alumnos más sobresalientes en la cátedra de Música de Cámara como miembro del Cuarteto Arriaga de Banco de España. Participó junto a este cuarteto en el acto del décimo aniversario de la proclamación de S.M. el Rey Felipe VI en el Palacio Real. En junio de este año obtiene el primer premio de la Muestra de Jóvenes Intérpretes MálagaCrea y es seleccionado para participar en el prestigioso concurso George Enescu International Competition en Bucarest quedando entre los 12 mejores chelistas. Además, ha sido admitido para participar en las Cello Masterclasses de la Kronberg Academy, en Alemania. Tras este primer premio y premio a la mejor interpretación de música española en el XXVII Certamen Internacional de Jóvenes Intérpretes Pedro Bote, en Villafranca de los Barros, Álvaro Lozano ha conseguido también hace unos días el primer premio y premio especial a la Mejor Interpretación de Música Contemporánea de Interpretación para Solistas Intercentros Melómano en la categoría de grado superior, por lo que participará en una amplia gira de recitales y conciertos con orquesta por toda España.

Por su parte, Julia Merino ha sido galardonada con la beca Elizabeth Sweeting y se encuentra finalizando el programa 'Opera Course' de la Guildhall School of Music and Drama, de la mano de los maestros Janice Chapman y Marcus van den Akker.

Paralelamente a su formación académica, ha participado en recitales y conciertos tanto en Reino Unido como en España (principalmente en Málaga), realizando su debut operístico con la compañía Northen Opera Group (Leeds, Reino Unido) en la producción de la ópera 'Frida' en el verano 2023. Algunas de las interpretaciones a destacar en España serían oratorios junto a la Orquesta Filarmónica de Málaga y la Orquesta de la Universidad de Jaén, así como participaciones junto a la Orquesta Sinfónica de Málaga en proyectos como el 'Amor Brujo' (Manuel Falla) o el Festival Metalírica en el Teatro Echegaray. Así mismo, ha participado en el Encuentro de Música y Academia de Santander durante este verano. Y, más recientemente, este pasado noviembre participó en la producción operística de 'Die Fledermaus' (J. Strauss) donde debutó el rol del Príncipe Orlovsky. Proyectos operísticos próximos incluyen el debut del rol de Fanny Price en la ópera 'Mansfield Park' (Jonathan Dove), así como el debut del rol de Dido en 'Dido and Aeneas' (Purcell), ambas producciones en Londres. Además, en los próximos meses participará en un recital de Zarzuela co-organizado por el Instituto Cervantes (Leeds, Reino Unido), así como en un recital de piano y canto en la Sociedad Económica del País (Jaén). Dentro del ámbito del oratorio, participará como mezzo solista en el 'Elijah' de Mendelssohn el próximo marzo 2025.

El pianista Justo Romero, presidente del jurado, dijo que Álvaro Lozano es «el joven nuevo valor del violonchelo. Es señor de unos medios naturales absolutamente sobresalientes, curtidos con una precisa escuela y una sensibilidad inteligente henchida de autoridad y criterio. Su naturalidad, talento, lozanía y 'felicidad' ante las cuatro cuerdas recuerda a Jacqueline du Pré. Lo mostró -añade- en las fases previas a la final, con versiones cuajadas de temple y estilo de la magistral 'Sonata' de Britten y el circo virtuoso de 'La danza de los Elfos', de Popper, y lo rubricó en la espectacular final, con la 'Sonata' de Ligeti (tocada de memoria, como todo el resto del programa), la 'Suite' para violonchelo solo de Cassadó y un apasionado y perfecto primer tiempo del 'Concierto de Dvořák' que hubiera deslumbrado a Rostropóvich y Du Pré juntos«.

Sobre Julia Merino, el presidente del jurado afirma que cuenta con «un modo de expresar y decir que vierte cultura musical, inteligencia, saber escénico y plenitud artística. Voz poderosa, de mezzo genuina, bella y homogénea, guiada por una actitud escénica que rezuma soltura, estilos y tablas. Fascinó primero en la semifinal, con el 'Wie du warst' que canta Octavian al comienzo de 'El caballero de la rosa', con el gran aria 'Il padre adorato' del 'Idomeneo mozartiano', con Mahler y Puccini; luego, el domingo, en la final, reafirmó el interés y verdad de su canto en una actuación memorable y surtida, que surcó desde Wagner –'Schmerzen'– hasta las 'Canciones negras' de Montsalvatge, en un prodigio de versatilidad y caudal expresivo. En medio -continúa el crítico musical-, Julia Merino insufló de matices y conmovió con la canción 'Du bist wie eine Blume', de Liszt; el turbador 'Die Stadt', del ciclo Schwanengesang, de Schubert; la 'Habanera' de Carmen, y 'Recuerdos de aquella tarde', de 'Adiós a la Bohemia', de Sorozábal. Una artista cuajada, hecha, de altos y finos quilates, a la que ya deberían de estar llamando desde los mejores teatros de ópera».