Manuel del Campo: Homenaje a una vida por la música

Antes de que comenzara la música, Del Campo subió al escenario para saludar a los asistentes, que le recibieron entre aplausos. Pablo Lamothe, presidente de la SFM, introdujo al compositor definiéndolo como «historia viva» de la música: «Hemos querido rendir un homenaje a quien ha sido durante muchos años el crítico musical por excelencia de la ciudad». El alcalde de Málaga, que no quiso perderse la ocasión, también dedicó unas palabras al invitado especial, recordando su trabajo como académico y profesor: «Manuel del Campo ha hecho una labor extraordinaria por la música de Málaga». Ambos hicieron entrega de una placa al homenajeado, en la que se le reconoce como miembro de honor de la sociedad.

Tras recibir el reconocimiento, un Del Campo «muy emocionado» quiso recordar a determinadas personas que han «trabajado a lo largo de los años por la cultura y la academia» en Málaga. Aprovechó la ocasión para agradecer al Ayuntamiento, por dedicarle siempre «un reconocimiento especial»; a la Sociedad Filarmónica, «por este homenaje»; y a Paula Coronas, por su «labor en defensa de la música española y andaluza», a quien definió como una de las pianistas del momento. Tras referirse a su familia, Del Campo no pudo contener las lágrimas, despidiéndose del respetable para verle de nuevo «dentro de otros 25 años más».

Coronas y Mainake interpretaron el Concierto en Re Mayor para Piano y Orquesta de Haydn, una de las obras predilectas de Del Campo. Tanto el conjunto de cuerda como la pianista derrocharon talento y cariño en su interpretación. Una vez concluidos los tres movimientos de la pieza, la pianista agradeció la presencia de autoridades y amigos para homenajear a «una leyenda viva como es Del Campo, encargado de llevar la música a todo el mundo». La oración del torero, y La rapsodia sinfónica, ambas de Joaquín Turina, fueron las dos piezas elegidas para finalizar la noche según el programa, pero los músicos sorprendieron con dos obras más: una, compuesta por el propio Del Campo, y, como colofón, un arreglo que el malagueño realizó para Tánger, de Joaquín González Palomares.