La Málaga flamenca se exhibe en la Bienal

La quinta edición del certamen, organizado por la Diputación, reivindica la Málaga flamenca subiendo al escenario al talento de la tierra y poniendo en valor las huellas del arte jondo a través de rutas por la ciudad, tablaos en los corralones y espectáculos consagrados a la provincia. Una apuesta por lo local que comparte cartel con Argentina (La vida del artista. 14 de julio, Castillo de Gibralfaro), Farruquito (Baile Moreno. 29 de julio, Alhaurín de la Torre), Marina Heredia y Dorantes (Esencias. 7 de julio, Auditorio de Las Palomas de Benalmádena), Antonio El Pipa (Así que pasen 20 años. 11 de junio, Cervantes) y Arcángel (Tablao. 18 de junio, Recinto Cueva de Nerja).

Serán seis meses de cante, baile y toque que llegarán a la provincia a través de 300 artistas y 87 espectáculos. Es lo más parecido a una programación estable de flamenco impulsada por las instituciones públicas, algo de lo que adolece Málaga, como ayer reconoció el presidente de la Diputación, Elías Bendodo: «El flamenco es la asignatura pendiente en la oferta turística de la ciudad». Por delante habrá una agenda de actividades que se extenderán hasta el 9 de septiembre. Ese día, dos de las voces más punteras de la escena flamenca, José Valencia y Jesús Méndez, se unirán al baile de Farruquito y a la música de la Orquesta Sinfónica Provincial para cerrar la Bienal en el Teatro Cervantes. Se llamará Mairena sinfónico.

Mucho por bailar

Pero hasta entonces queda mucho por cantar y, sobre todo, bailar. La esteponera Luisa Palicio, con su baile femenino y estilizado, estrenará en el Castillo de Gibralfaro su montaje más malagueño, Biznaga (15 de julio). En ese monumental escenario presentará su espectáculo Cálalo (13 de julio) la malagueña Irene Lozano, con Antonio Canales y Javier Latorre de invitados. La también malagueña Úrsula Moreno pondrá de largo Torera (16 y 17 de junio) en el Cervantes, un montaje contado desde la perspectiva de la mujer del diestro que coproduce la Bienal. En el Edgar Neville, Carmen González intentará repetir los dos llenos de las anteriores bienales uniendo su juventud a la veteranía de El Carrete (6 de mayo). Ypocos días después, pisará esas tablas el bailaor malagueño José Galván (27 de mayo).

El Corralón de Santa Sofía viajará al pasado flamenco de la capital Recordando a El Chino (3 de junio) con Bonela Hijo, La Repompilla y Moisés Navarro, entre otros; y paseando por la Calle Los Negros con bailaores y cantaores de la zona (1 de junio). La historia jonda de Málaga se conocerá también a pie con las rutas organizadas por Paco Roji, que irán de saetas por la ciudad, pasearán por la Málaga de Camarón y descubrirán al Picasso más flamenco, entre otros itinerarios a partir del 4 de abril.

El ciclo De peña en peña dará voz a Antonia Contreras (ganadora de la Lámpara Minera), Luisa Muñoz (que también llevará Valentía al Centro María Victoria Atencia el 19 de junio), Virginia Gámez, Luis Perdiguero, Isabel Guerrero y Delia Membrive; y llevará a las tablas a los cuadros de Antonio de Verónica y Marina Aranda. La Exaltación de la Saeta Antonio Mairena contará con la garganta de María Lozano en la Iglesia de San Pablo (11 de marzo). Y Alcazabilla desplegará el arte Sabor a Málaga reuniendo a La Cañeta, Cancanilla, El Remache, Luisa Muñoz, Rocío y Juani Santiago y Antonio Soto, entre otros.

Pero además, la Bienal recibirá al chiclanero Antonio de los Reyes y a su familia en Reyes del Flamenco (Corralón Santa Sofía. 2 de junio), a La Farruca y El Carpeta en Edipo (22 de julio, Teatro de Marbella) y a la ópera flamenca Carmen (10 de junio, Cueva de Nerja). Y no termina ahí: se rendirá tributo a Fosforito (Entre olivares y Nazarenos. 20 de junio, Edgar Neville), el flamenco entrará en El Faro de Torrox, en las cuevas rupestres de Coín y en las Murallas del Carmen de Ronda, y habrá conferencias y masterclass. Se abre la veda.