The Loud Residents se hacen mayores
El trío malagueño de rock se estrena por partida doble en el escenario principal del Ojeando con su nuevo elepé, 'For you, lovers and sinners'
ISABEL VARGAS
Viernes, 3 de julio 2015, 00:32
El cantante Sixto Martín se ha dejado crecer la barba. Juan Manuel Correia, el encargado de patear la batería, la melena. Manuel Sánchez, bajista unas ... veces y guitarras otras tantas, ya no es tan tímido. En The Loud Residents se están haciendo mayores, personal y musicalmente hablando. Con un sonido más encaminado no hay nada más que fijarse en las guitarras aunque no definido del todo, estos jóvenes músicos se suben hoy (21.30 horas) por primera vez al Escenario Patio («el grande», dicen) del Ojeando para estrenar su segundo trabajo. Un elepé «más refinado, con influencias que navegan entre dos aguas: el rock alternativo de los 90 (Smashing Pumpkins, Dinosaur Jr, Weezer, Sonic Youth) y la new wave inglesa de los 80 (The Cure, Joy Division, The Smiths)», explica la voz del grupo, que quiere dejar claro ante todo que el nuevo disco es un «calentamiento, no un álbum oficial como tal».
«Con este elepé queríamos demostrar a la gente que no sólo somos un grupo de garage», manifiesta Martín. Esta banda, que arrancó allá por el 2011, demuestra con este último trabajo que puede afinar el sonido sin dejar atrás sus raíces (garage, punk y noise). «El cambio en cuanto a sonido ha surgido de manera natural», confiesa el vocalista. Es por eso que el conjunto ha sabido concentrar en cuatro canciones la fuerza que les caracteriza en directo.
«El resultado de este disco ha sido consecuencia también de la producción. Hemos grabado con un equipo analógico de los 60 y 70 en Hollers Analog Studios, a los mandos de Maxi Ruiz (cantante y guitarrista de The Hollers)», cuenta el frontman malagueño, que desgrana la idea de la se partió: «Buscábamos un sonido de directo y por eso, aún siendo mucho más cuidado paradójicamente, tiene muy pocos aderezos».
En la actualidad el conjunto ha cosechado un par de hazañas: quedaron finalistas en el concurso de maquetas que organizó el FIB el año pasado; sus canciones se han escuchado en filiales de la BBC o en Capitán Demo, un conocido programa de radio; ganaron el verano pasado el galardón Oportunidades Suena Málaga, uno de los premio del concurso Málaga Crea; y han tocado en el festival gaditano Monkey Week. A pesar de todo, no le dedican todo el tiempo que ellos quisieran a la música. Sixto Martín ha vivido un «ajetreado» segundo de Bachiller, y la sucesiva prueba de Selectividad y Manolo y Juan estudian segundo de Ingeniería en la Universidad de Málaga.
Estos jóvenes sienten que han crecido como personas, pero también como músicos. Es por eso que las letras también han evolucionado. Ya no hablan sólo de zombies y mafiosos. Ahora el amor y el sexo, dos elementos presentes en sus vidas, copan la temática. «En Sex, sex, sex hablo sobre una incógnita que nos preguntamos algunos a menudo: ¿Qué sentido tiene el sexo por el sexo?», confiesa el cantante.
Otra de las canciones con más potencial es Verlaine, una balada rockera con un solo de guitarra al final que recuerda a los Smashing Pumpkins de Siamese Dream. «Ésta en concreto está llena de simbolismos a nivel privado», cuenta entre risas Martín. Hay que reconocer que el significado de esta letra está lleno de estos simbolismo de los que habla el cantante y no es nada facilona («Undress me now, lets play the clowns, take off your mask, its cold outside»). Al igual que Prozac, en la que el protagonista de la canción necesita un fármaco que le ayude a olvidar a su expareja. El psicológo le recomienda tomar Prozac.
«Quería diferenciarnos de los demás con letras particulares a nivel estético», subraya el compositor, que estudiará Filología Hispánica el año que viene en la UMA.
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