La primera huelga en la historia del Picasso obliga a cerrar la exposición temporal durante una mañana

El seguimiento de la huelga ha sido objeto de una absoluta guerra de cifras entre las partes. En declaraciones a SUR, la presidenta del comité de empresa, Pepa Babot, ha avanzado esta mañana a las puertas del MPM que, pese a la apertura, el paro parcial -de 10 a 13 horas de este viernes- ha tenido una «gran participación», que ha cifrado en 64 personas de una plantilla de 87, lo que supone un 73% de los empleados. Si atendemos a los trabajadores del turno de mañana -los únicos afectados por el paro-, el porcentaje de seguimiento sube al 80% de los 60 empleados. Por su parte, la empresa rebaja estas cifras y las deja en menos de la mitad del personal del muso, en un 46,60%.

En cualquier caso, los trabajadores han destacado a este periódico que el seguimiento de la huelga ha obligado a cerrar la exposición temporal 'Picasso escultor' que se exhibe con motivo del 50 aniversario de la muerte del artista malagueño, además de otros servicios al público como las actividades del Departamento de Educación, la librería y la tienda. La clausura de algunas dependencias del Palacio de Buenavista ha sido confirmada a SUR por el gerente del Museo Picasso, Guillermo Peiró, que también estuvo a primera hora en el acceso principal de la pinacoteca supervisando la evolución de esta primera convocatoria de huelga en la institución expositiva cuando se cumplen veinte años de su inauguración. «De momento hemos abierto», señaló el directivo, que reconoció que la tienda y la librería estaban cerradas. Posteriormente, la empresa ha asegurado en un comunicado que, pese a la falta de servicios y exposiciones, el museo había «abierto sus puertas con normalidad».

A las 12 del mediodía, estaba convocada la lectura de un manifiesto por parte de los trabajadores. Más de 60 personas de la plantilla se han concentrado a esa hora ante la puerta principal del MPM, donde la presidenta del comité de empresa ha dado conocer el texto en el que ha reclamado el convenio «que nos merecemos» en lo salarial y la conciliación familiar, además de reclamar que la dirección del museo vuelva al diálogo con los trabajadores. «Amenazar no es negociar», ha afirmado Babot, en referencia a la oferta del MPM y que califica de «ultimátum» ya que esta propuesta fue rechazada hace un mes en asamblea por más del 90% de la plantilla, pero la empresa no ha cambiado una línea su postura e incluso ha amagado con «externalizar servicios».

Un prolongado aplauso de varios minutos por parte de los convocados ha cerrado el acto, en el que a continuación se han escuchado proclamas al unísono por «un convenio justo», mientras la numerosa cola de visitantes al Museo Picasso -la mayor parte extranjeros- asistía con caras de curiosidad y asombro a las reclamaciones de los trabajadores que han mostrado una gran unidad. Los huelguistas han estado concentrados en el acceso al Museo Picasso hasta las 13 horas, momento en el que han vuelto a sus puestos de trabajado al concluir las tres horas de paro convocadas por los sindicatos. Tras finalizar el paro, la dirección del MPM ha respondido a los trabajadores en un comunicado en el que afirma escuetamente que «mantiene abiertas todas las vías de diálogo y negociación para la firma de un nuevo convenio colectivo».

Por su parte, el comité de empresa ha destacado que, como gesto solidario, los compañeros del turno de tarde han puesto en marcha la acción 'Apadrina a un huelguista', para compartir económicamente la merma que esta movilización ha provocado en las nóminas de los que han parado por la mañana.

Antes de las diez de la mañana también se dejó ver en los aledaños del MPM el presidente del consejo ejecutivo del museo, Bernard Ruiz-Picasso, que ha estado tomando fotos con su móvil a la torre del Palacio de Buenavista, sede de la institución cultural. El coleccionista y promotor del centro expositivo ha asistido hoy precisamente a la reunión del Patronato de la Fundación, que ha coincidido con la convocatoria de huelga de los trabajadores que, a buen seguro, habrá sido uno de los temas ineludibles de la reunión. A esa misma hora de la apertura del MPM, la presidenta del comité de empresa ha querido subrayar el «absoluto respeto» de los trabajadores con el museo.

«Aquí solo estamos tres personas de la comisión informativa de la huelga y ni hay previstas concentraciones de la plantilla ni gritos ni caceroladas», ha afirmado Babot. Ante el bloqueo en la negociación con la entidad, la representante sindical ha reiterado la petición de ayer realizada en el Sercla al pedir «la mediación de la Junta de Andalucía y del consejero de Cultura, Arturo Bernal, como presidente del Patronato del museo».

La huelga es el último capítulo del desencuentro entre la directiva de la pinacoteca y los trabajadores, cuya negociación del nuevo convenio está bloqueada y con posturas muy distantes. Así, la empresa ha formulado una oferta que supone «una importante mejora salarial, 8% para este año, pudiendo establecer un 2% adicional en mejoras en los complementos hasta alcanzar en conjunto con el resto de incrementos, un aumento global del 10% de la masa salarial y un incremento acumulado, del 18,73% en cinco años».

Por su parte, los trabajadores, que rechazaron hace un mes esta propuesta de forma casi unánimente en asamblea, aseguran que la medida no tiene efecto retroactivo para el 2022 -cuando venció el anterior convenio- y «está muy lejos del 25% de pérdida de poder adquisitivo que los trabajadores han sufrido tras once años sin aumento ni de sueldo ni de IPC, una bajada salarial de entre 3% y 7% en 2012 y dos ERTES en pandemia».