El mejor expediente del Conservatorio Superior de Música escucha de Estopa a Mahler
Jaime Cobo Valera gana el Premio de la Fundación Musical de Málaga con una nota de 9.81
Nerea Arco
Martes, 17 de junio 2025, 11:09
Cuando la pasión por la música te viene de familia, y el arte te corre por las venas, unido a constancia, esfuerzo y dedicación, obtienes ... un 9,81. «Desde que yo era pequeño, recuerdo a mi abuelo poner zarzuelas y pasodobles. Aun cuando tenía alzhéimer y no recordaba nuestros nombres, pero cantaba perfectamente 'La boda' de Luis Alonso. La música me marcó profundamente», así explica el comienzo de su historia Jaime Cobo Valera (Jaén, 1999), el último galardonado con el XVIII Premio Fundación Musical de Málaga al mejor expediente académico del Conservatorio Superior de Música. Un reconocimiento que recibirá en la Sala Falla este jueves 19 de junio a las 20:00 horas de dicho conservatorio junto con la pianista Marina Berlanga Muñoz, ganadora del premio en la pasada edición.
Su instrumento principal es la percusión y siente especial afinidad por los timbales. Sin embargo, su verdadera vocación parece estar en la dirección. El joven músico siente algo inexplicable cuando experimenta la obra de una forma global y completa, le gusta más que sentirla desde un único instrumento. Para él, la música es una forma de vida: «Escucho música desde que me levanto hasta que me acuesto. A veces suena Mahler, otras Michel Camilo o incluso Estopa».
El éxito no ha llegado por casualidad. El jiennense Jaime Cobo destaca tres claves: «organización bestial, constancia incluso cuando no apetece estudiar, y determinación para amoldar tu vida al objetivo». Todo esto mientras compagina sus estudios superiores de dirección y percusión con trabajo. Ha dirigido bandas y orquestas, aunque actualmente es director asistente en formación de la Orquesta Joven de Andalucía. Son muchas las personas, lugares, canciones y momentos que determinan el camino de un músico. 'Expedition', de Óscar Navarro, es una pieza a la que le tiene especial estima porque la hizo en certamen con la banda de su pueblo, Mancha Real, hace como diez años. Justo en ese preciso momento supo que quería dedicarse a esto.
Siempre hay un profesor que marca. que ayuda a tomar una decisión, maestros que inspiran. Con 20 años, se trasladó a Málaga para estudiar dirección. Lo hizo porque aquí se encontraba Fernando Puya, quien ya le había dado clase y a quien admiraba profundamente. «Me enamoró como docente pero aun más como persona», asegura. Como muchos artistas, Jaime Cobo guarda un cariño especial por quienes le acompañaron en los primeros pasos. Recuerda a su primer profesor con nostalgia, Antonio Fernández Casas, que daba solfeo en el bajo de su vivienda. Fue él mismo, con nueve años, quién le dijo a sus padres que quería dar clases de música.
Cuando sube al escenario, confiesa que no se pone nervioso. Siente gratitud y una fuerte conexión con el momento presente. Hace que se olvide de todos los problemas y disfruta de hacer música con la gente. Jaime Cobo tiene un objetivo: «Me gustaría verme dirigiendo a nivel nacional e internacional y seguir tocando, si el tiempo me lo permite».
Actualmente cursa un máster en dirección de orquesta por la Universidad de La Rioja, que compagina con la carrera de dirección en Málaga. El Premio Fundación Musical de Málaga al mejor expediente académico del Conservatorio Superior de Música le permite optar por masterclass internacionales con grandes profesores en Alemania y en distintos países. El joven músico agradece el reconocimiento a su familia, en especial a sus padres, y a sus profesores y amigos. «Sin su apoyo, una carrera como esta no sería posible. Son muy importantes para mí», concluye con una mezcla entre cariño y orgullo.
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