Mayte Carreño: «Ahora los cocineros son como estrellas de rock»
La consultora gastronómica visita este jueves el Centro Cultural La Malagueta para repasar su trayectoria y su vínculo con la provincia
Se define como «una apasionada de los negocios, los viajes y la gastronomía». Mayte Carreño (Málaga, 1967) cultivó su afición por el ecosistema financiero durante ... su etapa en DHL. Antes pasó por Banesto, aunque apenas duró unas semanas: «La banca entonces era muy tradicional, todo era blanco o negro y aquello se me caía encima». Le aguardaba una carrera larga y tentacular en Michelin, donde se convirtió en una de las consultoras gastronómicas más reconocidas de España. Escaló en el gigante francés desde sus inicios como comercial, vendiendo neumáticos en pueblos de media Europa, en medio de un sector dominado por hombres («Las únicas mujeres que había por aquella época en los talleres eran las de los calendarios», bromea), hasta su labor de reanimación de la guía Michelin, de la que se encargó durante casi una década, hasta 2020.
No fueron años fáciles. «Tuve que encargarme de la división editorial de Michelin en plena crisis del mercado», explica: «Transformamos el modelo de negocio para adaptarnos al entorno digital, que yo conocía porque había montado una startup en Lyon años antes». El desarrollo de eventos, con la gala de presentación de la guía como joya de la corona, y la reinvención de la propia guía se convirtieron en los ejes de su gestión y facilitaron la supervivencia del negocio en plena recesión mundial. Por entonces, recuerda, los chefs comenzaban a cultivar un reconocimiento que no ha parado de aumentar: «Ahora son como estrellas de rock. Es una eclosión que debe incorporar a los camareros, a los jefes de sala. Son quienes sirven la experiencia gastronómica, y además es imposible que la hostelería absorba la oferta si todos los chicos jóvenes quieren ser cocineros».
Tuve que provocar concursos de acreedores, montar todo, migrar todo... Ese fue mi reto. La clave del éxito ha sido que el modelo de negocio sobreviva, desarrollando un evento como la gala michelin en un mundo donde los chefs ya eran influencers y estrellas de rock. Creamos eventos donde el protagonista era el cocinero. Luego empezamos a trabajar el protagonismo de la sala, que se ha perdido. La eclosión no puede ser sana si todos quieren ser cocineros. No hay cabida para tantos. Es el reto de la hostelería. Ahora ser cocinero es un chollo, pero hay que conseguir que los camareros también tengan reconocimiento social, los jefes de sala. Sirven la experiencia gastronómica.
Porque Carreño percibe que «la cocina se ha abandonado en las casas y eso provoca que los comensales pierdan entrenamiento», pero a la vez «hay una generación de 'foodies' jóvenes, amantes de la gastronomía que van a comer a sitios más o menos caros porque ahorran para darse ese capricho como quien ahorra para hacer un viaje, algo que en mi época no era habitual, al menos en el sur de España». Consciente de que la hostelería «es uno de los sectores más delicados y esclavos que existen», siempre vulnerable a cualquier crisis, como ha quedado de manifiesto durante la pandemia y la huelga de transportes derivada de la inflación y la invasión rusa en Ucrania, Carreño evita recomendar sus restaurantes favoritos en público: «Sé lo que cuesta sacar adelante un negocio así, incluso vendiendo y comprando bien y formando al personal. Sería un compromiso».
Hija de Francisco Carreño, presidente de Asisa en los años ochenta y noventa y uno de los impulsores de la sanidad privada en España, es la mayor de cuatro hermanos. Recuerda que su madre, ama de casa, le inoculó el espíritu viajero: «Hacía una aventura de cualquier viaje, aunque fuera una visita a Tívoli». Por eso no dudó en formar parte de la primera generación que obtuvo una beca Erasmus para cursar parte de sus estudios fuera de España, en su caso en Newcastle. Contaba con la ventaja, infrecuente en los años ochenta, de hablar inglés con fluidez: «Fue un empeño de mi padre, que no aprendió el idioma de niño y luego lo lamentó mucho porque siempre tuvo que viajar con traductor». Ese control del inglés facilitó también que completara sus estudios en Houston mediante un Master of Business Administration (MBA).
Sobre su carrera profesional y su vínculo con Málaga hablará Carreño este jueves a las 12 horas en el Centro Cultural La Malagueta como parte del ciclo 'Ida y vuelta', organizado por la Diputación de Málaga en colaboración con el Aula de Cultura de SUR y que reivindica la trayectoria de de personalidades de distintos ámbitos a menudo más valoradas fuera que dentro de la provincia.
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