Hay exploraciones urbanas que reportan descubrimientos notables. En alguna ocasión, el paseante quizá acuda al parque del Norte atraído por su diseño geométrico: parterres ... trazados a escuadra y cartabón, arboledas alineadas con rigor. Pero, una vez situado frente a su entrada junto a la avenida de Carlos Haya, un jardincillo adyacente -más modesto en cuanto a dimensiones- llamará poderosamente su atención, haciendo olvidar el objetivo inicial.
A pesar de estar rodeado por una empalizada de madera, el espacio invita a entrar. El caos perfectamente organizado que irradia la disposición de su vegetación, junto a otros muchos indicios, sugieren que éste no es un jardín convencional. Se trata de una bella iniciativa vecinal rebosante de vida llamada Jardín de Gamarra.
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