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'I love pintura': Derecho a un territorio propio
El CAC Málaga inaugura en la sala de La Coracha la exposición más importante hasta la fecha del Fernando Clemente, una sesentena de obras que recorren la trayectoria de un pintor en busca de un lenguaje puro
Hay en toda pasión un deseo inherente de pureza, de llegar a la idea primera, madre de todas las demás y explicación del mundo por ... sí misma, sin necesidad de acotarse a través de los confines de ningún lenguaje ajeno. La pintura como territorio, medio y canal, carente de una narrativa que la autorice o la mixtifique. En este contencioso entre los límites del diseño y el arte, lo decorativo y lo artesanal, la figuración y lo abstracto, encontró el artista jerezano Fernando Clemente un camino por el que huir de la necesidad de toda justificación. «La pintura es un lenguaje y desnudarlo con otro es complicado», inquiere el artista desde la atalaya de los quince años de trabajo en esa dirección, que se recogen ahora en la muestra 'I love pintura', un homenaje a aquellos pintores que como él han apostado por la pintura como campo de batalla, alejando todo territorio anexo.
La sala CAC Málaga-La Coracha acoge la primera gran retrospectiva de este artista, una sesentena de obras de estos tres lustros de viaje sin cronología establecida, diluidos en un diálogo entre las etapas y series más importantes de su trayectoria, como el conjunto dedicado al trabajo del arquitecto Alvar Aalto, serie con la que arranca la muestra y que adelanta el interés del autor por resquebrajar los prejuicios sobre lo decorativo, lo ornamental y el diseño.
La seducción del color y el baile de formas de las pinturas, dibujos y objetos que componen la muestra confunden al espectador con la fantasía de estar ante un pintor geométrico, un trampantojo que queda al descubierto al acercarse a la obra, que más bien podría delimitarse como no figurativa. La geometría es una excusa, una oportunidad, la atmósfera que ofrece la tensión necesaria para pasar a otro estadio. No hay mecanicismo en el trabajo de Clemente, aunque en su trayectoria esté presente el trabajo de referentes de otras generaciones de pintores españoles, como José Guerrero, Hernández Mompó o el propio Barbadillo. «El contenido y no la apariencia», señaló el autor, es la llave.
«Cuando el objeto desaparece, la idea está por encima del objeto», subrayó Clemente durante la apertura de la muestra, que ha inaugurado el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, junto a la concejala de Cultura, Noelia Losada, y la comisaria de 'I love pintura', Almdudena Ríos. Esta última recordó que «no se trata de una retrospectiva al uso, puesto que recoge un periodo de creación que abarca los últimos quince años del artista, si bien el diálogo entre etapas es manifiesto y constante». Relación fluida entre la primigenia 'Aalto', inspirada en unos dibujos del arquitecto sobre las cualidades de la madera y responsable de prender la mecha para abandonar definitivamente la figuración y centrarse en la pintura abstracta, y 'La imagen vuelta' o 'Veo más Geo', cuyas pinturas, generalmente de pequeño formato, se basan en plantillas reticuladas que conforman módulos sencillos o esquemas simétricos.
Otras obras como las que componen las series 'Módulos' o 'Post op chungo' indagan en cuestiones consustanciales a la propia pintura, como la habilidad artesanal, lo estético o los límites de lo decorativo. En algunos de los trabajos expuestos el autor se nutre del conocimiento de programas de diseño 3D a modo de boceto. Como un piano del siglo XVI al que se le pueden extraer nuevas e infinitas melodías con el mismo número de teclas, Clemente interroga a la pintura desde la honestidad y la cuestiona, ¿dónde está la idea, en la representación o en lo abstracto?
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