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Paco Puche, fundador de la librería junto a actuales gestores y personal de Proteo. . :: SUR
Proteo/Prometeo: Medio siglo de una librería mitológica

Proteo/Prometeo: Medio siglo de una librería mitológica

El popular establecimiento acapara la celebración del Día de las Librerías con la presentación de dos libros que homenajean sus 50 años de compromiso con la literatura y la libertad

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Sábado, 9 de noviembre 2019, 01:20

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La fiesta estuvo ayer en las librerías con la celebración del día 'nacional' de estos comercios con alma literaria. Abrieron hasta las 22 horas y promovieron descuentos en todos los establecimientos que pueblan el planeta de los libros, aunque la capital en esta jornada grande estuvo en la mitológica Proteo/Prometeo que añadió al Día de las Librerías una doble conmemoración al cumplirse los cincuenta años desde que comenzaron a vender libros en 1969 en el tercer piso de un edificio de Juan de Padilla. Ayer, ya a pie de calle, en la de Puerta de Buenaventura, reunieron a amigos y lectores para brindar por ese medio siglo y presentar un par de libros con la excusa de la efeméride: '50 años de Proteo' y 'Entre libros', que, pese a lo que pudiera parecer por sus títulos, plantean sendos homenajes nada convencionales.

«He un año, me llamó Paco Puche –cofundador de la librería– y me dijo que habían pensado en mí para contar la historia de la librería. Entonces le dije que mi estilo era la novela histórica y me dijo que eso es lo que quería», explicó ayer a SUR el escritor Patrick Tuite Briales, que firma 'Entre libros', un relato ficcionado de sus conversaciones con el fundador y los trabajadores de la Proteo/Prometeo. Aunque solo ha mantenido tres nombres originales, el autor explica que lo narrado se basa –como el eslogan– en hechos reales, partiendo de la parte más «novelesca» como fue la lucha contra la censura franquista con la venta de libros prohibidos. «Como el episodio en el que le prendieron fuego al local en los años 70», destacó el autor de 'Sucedió en Málaga' que también avanzó que esa novela corta explica que, pese a lo que se cree, los nombres de Proteo y Prometeo no tienen nada que ver con un origen mitológico. Más bien con una inspiración marxista, «aunque mejor leer el libro para saber los detalles», anima.

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Tuite también le dedica una atención especial a la rehabilitación del edificio que hoy ocupa la librería, con la recuperación de la muralla y la antigua Puerta de Buenaventura. Este edificio es el que precisamente ocupa la portada del libro a través de una ilustración del arquitecto Luis Ruiz Padrón, que publicó precisamente aquel dibujo en una contraportada de SUR en homenaje a Proteo. «Desde pequeño venía aquí a comprar libros de Austral o Alianza que todavía conservo, por lo que estoy encantadísimo de contribuir», confesó el autor de la ilustración que también participó en el equipo del arquitecto Martín Delgado que rehabilitó la sede central de la actual librería.

Robos y lectores

El otro volumen, '50 años de Proteo', tampoco es lo que parece. «Decidimos que, por cada año de vida de la librería, elegiríamos un libro para que después un autor malagueño hiciera un comentario, una reflexión o una ficción a partir de esa obra seleccionada», explicó el actual gerente de la librería, Jesús Otaola, que descarga todo el mérito de esta obra colectiva en Augusto López, que se ha encargado de la edición de estas páginas que revistan 'El resplandor' (1977), 'Los santos inocentes' (1981), 'Malena es un nombre de tango' (1994) o 'El niño del pijama a rayas' (2007).

Si hay un nombre que no tarda en salir siempre que se habla de Proteo es Paco Puche, su cofundador que, aunque ya jubilado, sigue a pie de página de esta librería que es también su «vida». Así lo reconoce el propio Otaola que recuerda que la librería tiene la impronta del jefe, que siempre ha abogado por tener lectores en lugar de clientes. Resistiéndose incluso a desconfiar de cualquiera que acude a la librería. Tanto como para evitar poner un sistema antirrobo. «Hasta hizo sus cuentas de lo que suponían los hurtos, para concluir que salía barato», cuenta el gerente que añade la postilla con la que Puche le busca hasta lo positivo a las desapariciones de libros: «El que roba, al menos, sabemos que lee».

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