Juan Gelman, un padre huérfano de hijo
Poesía al SUR ·
El asesinato de su hijo y la desaparición de su nieta, una niña robada por la dictadura argentina, marcaron su vida y su obra. Pero el autor de 'Gotán' decidió no escribir desde el odio sino desde la pérdida: «Si me dieran a elegir, yo elegiría / esta salud de saber que estamos muy enfermos»Era agosto de 1976. El poeta y periodista Juan Gelman vivía exiliado en Europa, donde trabajaba como traductor para la Unesco, cuando un comando militar ... de la dictadura argentina entró en su casa de Buenos Aires para obligar a su mujer y su hija a darles la dirección de Marcelo, su otro hijo. Lo secuestraron junto a Claudia, su pareja, embarazada de siete meses. Ambos tenían veinte años. Nunca volvieron. Tiempo más tarde, Gelman pudo aclarar el destino de Marcelo: fue torturado durante dos meses, hasta que le dispararon un tiro en la nuca a medio metro de distancia. Su cuerpo fue encontrado en 1989. Claudia fue trasladada a Uruguay, donde también fue asesinada, aunque sus restos continúan desaparecidos. Después de una larga investigación, Gelman tenía la certeza de que su nuera había dado a luz. Sin quererlo, se convirtió en un símbolo de la lucha por mantener viva la memoria de miles de personas desaparecidas y bebés robados, víctimas del terrorismo de Estado desatado en Argentina durante años.
En 1995 publicó 'Carta abierta a mi nieto': «Dentro de seis meses cumplirás 19 años. Habrás nacido algún día de octubre de 1976 en un campo de concentración. Me resulta muy extraño hablarte de mis hijos como tus padres que no fueron. No sé si sos varón o mujer. Sé que naciste. Me asaltan ideas contrarias. Por un lado, siempre me repugna la posibilidad de que llamaras 'papá' a un militar o policía ladrón de vos, o a un amigo de los asesinos de tus padres. Por otro lado, siempre quise que, cualquiera que hubiese sido el hogar al fuiste a parar, te criaran y educaran bien y te quisieran mucho». En marzo de 2000, el entonces presidente uruguayo, Jorge Batlle, se reunió con Gelman para anunciarle que habían encontrado a su nieta, criada por la familia de un policía, como sospechaba el poeta. Las pruebas de ADN confirmaron el vínculo familiar y el autor de 'Valer la pena' pudo reencontrarse con Macarena, hija de Marcelo y Claudia: una estudiante de 23 años que solicitó de forma oficial los apellidos de sus padres biológicos al conocer su verdadera historia.
Gelman siempre tuvo claro que aquel comando militar lo buscaba a él, un convencimiento que agravó el dolor que marcó su vida y su obra, sacudidas por el sufrimiento pero también por la necesidad de juntar los pedazos de tantas familias rotas, de coser la herida de la injusticia. Cuando un equipo de antropología forense halló el cuerpo de su hijo en un tambor de cemento y arena, el poeta declaró: «Ahora tiene sepultura y éste es un hecho sumamente importante para un padre huérfano de hijo, como soy, porque el rescate de sus restos fue el rescate de su historia». Durante un tiempo, confesó luego, le costó aceptar el asesinato de su hijo y su nuera, como esos padres que siguen colocando un plato de más en la mesa. A la resistencia inicial le sucedieron la rabia y las pesadillas con imágenes de las torturas a las que debieron de ser sometidos. Espantado ese terror, acaso sólo por un rato al día, se dedicó a golpear las conciencias de los principales mandatarios europeos, como Olof Palme y François Mitterrand. Consciente de que su dolor no acabaría nunca, decidió escribir desde la pérdida y no desde el odio, «que nos hace daño».
Hijo de inmigrantes judíos
Tuvo contacto con la poesía cuando apenas levantaba unos palmos del suelo. Su hermano mayor leía versos de Pushkin en ruso. El niño Gelman, que aprendió entonces a amar la musicalidad de las palabras con independencia de su significado, escribió sus primeros poemas de amor a una vecina que nunca le correspondió. Hijo de inmigrantes judíos ucranianos, ingresó en la Federación Juvenil Comunista a los quince años. Dejó la carrera de Química para dedicarse a la literatura, aunque durante años trabajó como periodista en suplementos culturales, revistas y diarios. Fue encarcelado con otros escritores y se integró en la organización guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias, dedicada a combatir la dictadura militar. El golpe de Estado de 1976 lo encontró en Roma, denunciando públicamente la violación de derechos humanos en Argentina.
Vivió también en Madrid, París y Nueva York antes de instalarse en México. El resto de su historia es ya conocido. Pasó años sin publicar, aunque luego fue un autor fecundo capaz de hilvanar títulos como 'Bajo la lluvia ajena' y 'País que fue será'. Por entonces 'Gotán' ya era considerado un referente de la nueva poesía hispanoamericana, senda que siguieron poetas como Nicanor Parra y Ernesto Cardenal. La muerte de su madre por cáncer, en 1982, inspiró 'Cartas a mi madre'. Ambos habían mantenido una relación complicada. Con el cambio de siglo le llegó la gloria. Le concedieron premios como el Cervantes y el Reina Sofía. Argentina decretó duelo nacional cuando murió en 2014. Pero a Gelman, y él lo supo siempre, lo habían matado mucho tiempo antes.
Juan Gelman
El juego en que andamos
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.
Confianzas
se sienta a la mesa y escribe
«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice
y más: esos versos no han de servirle para
que peones maestros hacheros vivan mejor
coman mejor o él mismo coma viva mejor
ni para enamorar a una le servirán
no ganará plata con ellos
no entrará al cine gratis con ellos
no le darán ropa por ellos
no conseguirá tabaco o vino por ellos
ni papagayos ni bufandas ni barcos
ni toros ni paraguas conseguirá por ellos
si por ellos fuera la lluvia lo mojará
no alcanzará perdón o gracia por ellos
«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice
se sienta a la mesa y escribe
Carta a mi madre (fragmento)
recibí tu carta 20 días después de tu muerte y cinco minutos después de saber que habías muerto
(...)
vos
que contuviste tu muerte tanto tiempo
¿por qué no me esperaste un poco más?
¿temías por mi vida?
¿me habrás cuidado de ese modo?
¿jamás crecí para tu ser?
¿alguna parte de tu cuerpo siguió vivida de mi infancia?
¿por eso me expulsaste de tu morir?
¿como antes de vos?
M. A.
Estas visitas que nos hacemos,
vos desde la muerte, yo
cerca de ahí, es la infancia que
pone un dedo sobre
el tiempo. ¿Por qué
al doblar una esquina encuentro
tu candor sorprendido?
¿El horror es una música extrema? ¿Las
casas de humo donde vivía
el fulgor que soñaste?
¿Tu soledad obediente
a leyes de fierro? La memoria
te trae a lo que nunca fuiste.
La muerte no comercia.
Tu saliva está fría y pesás
menos que mi deseo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión