María Jesús Álava: «Tenemos la juventud más manipulable de los últimos 20 años»
La psicóloga presentó su nuevo libro 'Que nadie manipule tus emociones' en el Aula de Cultura de SUR, junto a Toñi Moreno, en un encuentro centrado en la educación emocional
Entre paciente y paciente, también hay tiempo para escribir libros… y para alertar de los peligros que no siempre se ven. María Jesús Álava Reyes, ... con más de 40 años de experiencia como psicóloga, presentó este miércoles 11 de junio su nueva obra 'Que nadie manipule tus emociones' en el Aula de Cultura de SUR, organizada por este periódico en colaboración con la Fundación Unicaja y Victoria. El encuentro, celebrado en la fábrica de Cervezas Victoria y sin una sola silla vacía, contó con la participación de la periodista y presentadora Toñi Moreno, y fue moderado por el también periodista Alberto Gómez, codirector del Aula.
Durante su intervención, Álava Reyes abordó cómo muchas personas son manipuladas sin siquiera advertirlo y defendió la necesidad de dejar atrás la ingenuidad. También señaló el fracaso de la educación emocional como una de las causas que nos vuelven más vulnerables ante quienes carecen de empatía y sensibilidad.
Aunque el primer contacto físico entre las dos protagonistas se produjo en los minutos previos al acto, el vínculo entre Toñi Moreno y María Jesús Álava existía desde mucho antes, al menos en la memoria emocional de la presentadora. Moreno confesó haber «saldado una deuda» al conocer por fin en persona a quien tanto le había influido mentalmente. «No te puedo pagar todas las lecciones que me has dado gratis a lo largo de mi vida», expresó, mirándola a los ojos.
La periodista rememoró cómo empezó a seguirla a través del programa de Isabel Gemio, donde la psicóloga ofrecía sus lecciones dominicales de psicología. A partir de ahí descubrió uno de sus libros más influyentes, La inutilidad del sufrimiento, que definió como «otra etapa del Nuevo Testamento» por el profundo impacto que tuvo en su vida.
Toñi Moreno a María Jesús Álava: «No te puedo pagar todas las lecciones que me has dado gratis a lo largo de mi vida»
En esta ocasión, la autora presentó 'Que nadie manipule tus emociones', una obra que explora conceptos como la culpabilidad y el engaño desde una perspectiva psicológica. Según explicó, este podría ser su último libro, ya que siente que ha dicho todo lo que necesitaba comunicar: «Todo lo que volviera a escribir sería repetitivo y perdería el sentido».
Uno de los pilares fundamentales del libro es el aprendizaje del 'no'. Álava explicó que, durante el primer año de vida, el niño repite constantemente esa negativa natural. Sin embargo, con el tiempo, esa habilidad se va diluyendo, hasta llegar a la adolescencia. «El adolescente intenta reafirmarse, pero lo que hace es enfrentarse al mundo», señaló. En su opinión, quienes tienen dificultades para decir que no cargan con un problema vital que los vuelve especialmente manipulables. «Siempre habrá alguien que se dé cuenta de esa debilidad y la aproveche en su beneficio», advirtió. Y lanzó un ruego al público: «Si os cuesta decir que no, por favor, reaccionad».
Los jóvenes
Una de las mayores preocupaciones de María Jesús Álava es el impacto que esta nueva forma de manipulación está teniendo en los jóvenes, quienes acuden cada vez con más frecuencia a consulta, especialmente tras la pandemia. «Vienen chicos de 16, 18 o 20 años diciéndome que la vida no tiene sentido, que quieren quitarse de en medio. Y a veces es porque han roto una relación de tres semanas», relató.
Álava atribuye esta fragilidad a la pérdida de ilusión y esperanza, y la relaciona con uno de los ejes centrales de su discurso: el fracaso del sistema educativo. «Hemos fracasado enormemente en la educación de las nuevas generaciones», insistió. A su juicio, se ha sustituido el valor del esfuerzo por la sobreprotección, dejando a los jóvenes sin herramientas para afrontar las dificultades reales. «Ante las primeras adversidades se vienen abajo. Y, además, son tremendamente infelices», afirmó.
En ese sentido, fue tajante: «Tenemos la juventud más manipulable de los últimos 20 años», una consecuencia directa, dijo, de la falta de preparación emocional, límites y tolerancia a la frustración. Como consejo a padres y madres, Álava subrayó que mantener el equilibrio entre cuidar y sobreproteger no es fácil, pero sí imprescindible. Y lanzó una advertencia clara: «Si te sientes muy cómodo con la forma en la que estás criando a tu hijo o a tu hija, probablemente lo estás sobreprotegiendo».
Álava afirma que «hemos fracasado enormemente en la educación de las nuevas generaciones»
Los ítems del manipulador
Durante el Aula de Cultura, María Jesús Álava también se detuvo a definir y caracterizar a las personas manipuladoras, con el objetivo de ayudar al público a reconocerlas y prevenir sus efectos. Según explicó, los manipuladores son individuos emocionalmente dañinos, pero también muy inteligentes y hábiles para elegir a sus víctimas. Aprovechan la sensibilidad, la generosidad y la humanidad del otro para utilizarlas en su propio beneficio y generar sentimientos de culpa.
Este tipo de perfil primero seduce: hace que la víctima se sienta especial, valorada. Pero cuando esta baja la guardia, comienzan los problemas. Álava detalló cómo estas personas identifican los puntos débiles, los explotan y acaban provocando inseguridad, culpa y una pérdida progresiva de libertad. «Son personas que te hacen sentir que tu vida les pertenece», advirtió.
Este proceso conduce a uno de los sentimientos clave abordados en su libro: la culpabilidad, capaz de llevar a alguien a traicionar sus principios y perder su identidad. «Alguien que te quiere nunca te va a hacer sentir culpable. Estas personas son tremendamente egoístas, que te quieren solo para ellos», sentenció.
El encuentro concluyó con un gesto tan sencillo como poderoso. Tras una hora larga de reflexión sobre emociones, manipulaciones y heridas invisibles, María Jesús Álava Reyes propuso un ejercicio al público que llenaba la fábrica de Cervezas Victoria. Les pidió algo que parecía simple, pero que pocos se detienen a hacer en su día a día: abrazarse a sí mismos. Invitó a los asistentes a cerrar los ojos durante unos segundos, cruzar los brazos sobre el pecho y sentir su propio cuerpo como si protegieran a alguien querido. Toñi Moreno y Alberto Gómez participaron también en la dinámica, fundiéndose en el silencio colectivo con el resto de los presentes.
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