Vargas Llosa: «Málaga se ha convertido en un centro cultural de primer orden»

«Se inaugura este festival en una de las ciudades más cultas y con mayor vocación de cultura. Málaga se ha convertido en un centro cultural de primer orden y nosotros, con los libros, queremos convertirla en un lugar de encuentro permanente entre hispanoamericanos y españoles», aseguraba Mario Vargas Llosa durante el discurso inaugural del festival. Los focos le volvían a iluminar a él en un escenario donde reinaba el color amarillo, tonalidad que identifica a 'Escribidores'. Y, desde el atril, el escritor no dejó de halagar la importancia de la literatura en la sociedad actual: «El conocimiento de los libros es indispensable para tener una sociedad pujante que aspira a ser mejor. Nada nos hace soñar tanto como la lectura, como esos buenos libros que se han escrito para percibir un mundo mejor. Por eso nos gustaría que ese festival, que se inaugura esta noche en esta bellísima ciudad, conquiste a muchos lectores y haga que a través de los libros se transporten a un mundo mejor, sin violencia, en el que no haya injusticias tan visibles como las que tenemos a nuestro alrededor», profundizaba Vargas Llosa.

Pero antes de tomar la palabra el Premio Nobel, fueron otras voces las que también dieron la bienvenida a 'Escribidores', festival organizado por la Cátedra Vargas Llosa y el Centro de Cultura Contemporánea La Térmica con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga, Ministerio de Cultura de España, Ministerio de Cultura de Perú, Universidad de Málaga, Diputación de Málaga, Junta de Andalucía, UNIR y el Instituto Cultural Rumano.

Para abrir y conducir el acto inaugural, el director de la Cátedra Vargas Llosa, Raúl Tola, dio paso a las palabras del presidente de la Diputación, Francisco Salado. «Esto nace con la máxima ambición y aspira a consolidarse. Esto será un éxito, estoy convencido», reiteraba Salado.

Los elogios a Málaga y a 'Escribidores' no cesaron durante todas las intervenciones, como en la de la consejera de Cultura de la Junta, Patricia del Pozo: «Málaga es hoy un gran referente cultural ante el mundo y no solo en literatura, sino también en libertad, democracia y convivencia», destacaba la consejera. El alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, comparaba la inauguración de este festival literario con la presentación del la 25ª. edición del Festival de Cine de Málaga: «Hoy nace el primer Festival Literario de América y Europa y hoy hemos presentado la vigésimo quinta edición del Festival de Cine de Málaga, que convergen en paralelo porque hay tanto diálogo, tanto cine inspirado en obras literarias...», reflexionaba De la Torre.

El país invitado en esta primera edición es Colombia y la ministra consejera de la Embajada de Colombia, María Andrea Torres, también asistió al acto: «Este es un evento en línea para la producción de nuestra literatura en el ámbito nacional e internacional», explicaba. Pero, tras terminar el acto inaugural, llegaba el primer encuentro de 'Escribidores' que, como decía el vicerrector de Planificación Estratégica de la UMA, Gaspar Garrote Bernal: «Ponemos la palabra medida, justa y exacta, como la que hoy van a poder disfrutar con dos escritores insignes».

Aparecía de nuevo Mario Vargas Llosa sobre el escenario del Edgar Neville para sentarse junto al prestigioso escritor rumano Mircea Cartarescu y tener una conversación bajo el nombre 'La literatura para un mundo nuevo'. Mercedes Monmany moderaba el diálogo, aunque a Vargas Llosa le gustó tomar su papel de periodista para indagar en curiosidades de Cartarescu. El primer tema ocupó gran parte de la conversación: la censura. «Mi primer libro de cuentos lo publiqué en el 58 en España y había un sistema muy curioso, no había indicación de 'censura' en el lugar, pero atravesabas una puerta en Madrid y dejabas el manuscrito en la ventanilla. Me di cuenta que la perversión de la literatura es tremenda», confesaba al contar algunas anécdotas.

Hablaron también del sistema de escritura de Cartarescu: «Escribo por las mañanas en mi cuaderno y antes de seguir leo la última página que hice el día anterior. Para mí la escritura es un acto de fe», matizaba Cartarescu. «Yo comencé escribiendo cuentos pero luego descubrí la novela, con la que tardo mínimo dos años o a veces tres en escribirla. Me cuesta mucho seleccionar las ideas, me documento mucho o voy a los lugares donde ocurre la historia», explicaba su trabajo Vargas Llosa.

La conversación hizo sacar varias risas entre el público, aunque terminó de forma emotiva con una reflexión sobre la situación actual en Ucrania, que estuvo presente en todos los discursos de la noche. «Nosotros estamos hablando aquí hoy libremente de literatura y a estas horas la gente está con tanques en Ucrania. Ellos están luchando contra un poder que no sabe lo que es la vida, ellos luchan por cada uno de nosotros», concluía Cartarescu provocando un gran aplauso.

El debate y la reflexión está asegurada con los demás encuentros de 'Escribidores' hasta el próximo sábado. La sede oficial de la edición está en La Térmica, pero cuentan con otros escenarios como el mismo Edgar Neville, el Rectorado de la Universidad de Málaga, el MUPAM o el Centro Andaluz de las Letras, entre otros. Como decía Raúl Tola: «Hablaremos de literatura y de las grandes dificultades de nuestro tiempo».