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Maillard, en una imagen de archivo. SUR
Chantal Maillard: «El periplo de Medea también es el mío»

Chantal Maillard: «El periplo de Medea también es el mío»

La autora malagueña revisa el mito desde la compasión: «¿Como comprenderéis al que comete el crimen / si no os sentís capaz de cometerlo?»

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Miércoles, 17 de junio 2020, 00:24

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Hace años que Chantal Maillard trata de romper en cada libro con la concepción simplista del mundo, con la división tradicional entre víctimas y culpables, entre el bien y el mal. Por eso su revisión de Medea comienza donde acaba la tragedia. ¿Qué ocurrió después, una vez asesinados los hijos, consumada la traición contra su marido Jasón? El mito deja por resolver el conflicto interior, la pelea contra la culpa y el desprecio social. Ahí cose la brecha Maillard, con el hilo de la compasión y precisión de cirujana: «¿Como comprenderéis al que comete el crimen / si no os sentís capaz de cometerlo? / Si os prohibís la entrada a las regiones más oscuras / y os creéis inmunes a sus extravíos. Desde / el territorio iluminado en el que os acomodáis, / ¿cómo comprenderéis al que habita las tinieblas?».

La escritora malagueña publicó 'Medea', de la mano de Tusquets, semanas antes del inicio de la pandemia. En el aire quedó la presentación del poemario, una cuenta pendiente saldada ayer mediante un encuentro por Instagram con su editor, Juan Cerezo. Era una experiencia nueva para la autora, que no frecuenta las redes sociales: «Hablar a alguien que está de cuerpo ausente no me funciona». Convencida de que la amplitud de miras, entendida como la revisión de los propios códigos, puede abrir un agujero necesario «en nuestros pequeños cercos», Maillard aclaró que no intenta victimizar a Medea sino mostrarla «en su enorme dimensión, la dimensión del crimen que comete».

Es entonces, ante una asesina, cuando la compasión se vuelve complicada: «Por eso me interesa». La autora de 'Matar a Platón' parte del mito de Eurípides para hacer comprender que la empatía sólo será justa en la medida en que sea universal: «Cómo compadecer a Medea es cómo compadecer a nuestra especie. Es fácil apiadarse de una víctima porque nos ponemos del lado de los buenos y nos sentimos bien. La piedad es moral, pero la compasión es ética, y la ética no diferencia entre reinos ni especies». Maillard recuerda que «toda vida se sostiene sobre la muerte de otro» en lo que llama «la rueda del hambre»: unas especies sobreviven comiéndose a otras, matándolas. La compasión que parece tan difícil de ejercer hacia Medea es, por tanto, una forma de compasión hacia nosotros mismos.

Esa conexión entre todos, «porque nada es independiente», ha quedado probada una vez más durante esta crisis: «El aire que respiramos es el aire que expulsan otros. Ahora lo vemos como un daño porque transporta partículas letales, pero es así siempre. Todo nos atraviesa, nada es por sí solo». Para Maillard, una de las autoras más radicales de la poesía española, herida por la muerte de un hijo, «hay que dejar de procrear» después de habernos convertido en una «plaga» que ha desequilibrado el planeta: «No somos conscientes de que dar vida es también dar muerte, que concebimos a alguien que verá morir a los que ama y que morirá».

La indagación de Maillard en Medea, cuyo periplo «también es el mío», viene de lejos. Ya en 'La compasión difícil', editado por Galaxia Gutenberg, entabló un diálogo protagonizado por el mito. Pero prefiere decir que su 'Medea' es un libro «femenino», no feminista, «porque los ismos tienen un deje de ideología que siempre me resulta sospechoso, como de la comuna al comunismo», pero recuerda que las mujeres siempre han sufrido juicios más severos: «También Cronos mató a sus hijos, pero en aquella época si un hombre lo hacía era por razón de Estado y si lo hacía una mujer era por ser una mala mujer». Ahora, siglos después, Maillard resuelve aquel conflicto que quedó pendiente en la tragedia, consciente de que «cada cuerpo resuena en el cuerpo de otro, pero hay que saber oírlo».

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