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La escritora Carmen Martín Gaite.
Martín Gaite, la mujer que adoraba los archivos

Martín Gaite, la mujer que adoraba los archivos

Círculo de Lectores y Espasa editan un volumen que recopila toda su producción ensayística de carácter histórico

Antonio Paniagua

Sábado, 23 de mayo 2015, 08:20

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Carmen Martín Gaite era una apasionada de la historia. Desorientada por lo que supuso el boom latinoamericano, la escritora se apartó de la ficción durante un tiempo y se sumergió de lleno en la investigación histórica. No fue ni mucho menos una experiencia frustrante. Todo lo contrario, adoraba engolfarse en el "vicio de los archivos". No en vano, invirtió siete años de su vida en estudiar los acontecimientos que rodearon la trayectoria de Melchor Rafael de Macanaz, un político y pensador del XVIII, al que dedicó el que estimaba era "su mejor libro". Casi quince años después de su muerte, Círculo de Lectores y Espasa han publicado el volumen que reúne sus ensayos históricos, una iniciativa que se inscribe en el proyecto en marcha de editar sus obras completas.

José Teruel, profesor de Literatura Española en la Universidad Autónoma de Madrid y responsable de la edición del volumen, argumenta que en todo el quehacer de la polifacética escritora hay más páginas dedicadas al ensayo que a la ficción. Una de las obsesiones de Carmiña era el siglo XVIII, una centuria silenciada en los planes académicos por el franquismo debido a la presencia de la Ilustración. Martín Gaite veía que estudiando el siglo XVIII burlaba la censura oficial. De ahí su empeño en "desamordazar" este periodo, poco simpático para la historiografía franquista.

La escritora consiguió todo un hito en su época. Su libro 'Usos amorosos de la posguerra española', publicado en 1987, fue todo un acontecimiento y se convirtió en uno de los libros más vendidos del año. Martín Gaite obtuvo el reconocimiento de la crítica en su faceta de estudiosa, aunque solía quejarse con gracia de que los novelistas alababan mucho su obra histórica y los historiadores la literaria.

Carmiña se tomó muy en serio su nuevo oficio, si bien no descuidó nunca el arte de narrar. Como subraya el editor José Teruel, era maestra en imprimir un "ritmo novelesco" a sus indagaciones históricas, de suerte que sabía explicar las abstracciones más abstrusas con técnicas y ardides propios de la novela. "Sentía un gran respeto por el lector", señala Teruel. Su colega Daniel Sueiro, con quien compartía su afición por la historia y la literatura, decía de ella que alcanzó la "misma eficacia literaria en el tratamiento de lo visto, imaginado o vivido, que en la elaboración del material sacado de archivos".

Para Teruel, la obra ensayística de Martín Gaite puede interpretarse como una "guía espiritual". Según el editor, la escritora concebía el ensayo como una "exploración y un viaje", al tiempo que dedicaba especial atención a la mujer. En su libro 'Usos amorosos del XVIII en España' no se limita a anotar el pasado con ojos asépticos, sino que desvela su preocupación por la "suerte de las mujeres en el tira y afloja del darse a valer y gustar como mera mercancía".

Mujer de múltiples caras, Martín Gaite tocó todos los palos como escritora. Novelista, ensayista, cuentista, poeta, autora de teatro, la salmantina nunca, sin embargo, abordó la novela histórica. Era escéptica ante el género y torció el gesto cuando su amigo Jesús Fernández Santos, hizo una incursión en la novela histórica con 'Extramuros', aunque sus reservas se esfumaron cuando leyó la obra. Pero veía en este tipo de obras dos peligros: el abrumar al lector con datos y erudición, de un lado, y el desvirtuar el espíritu de la época con "fantasía audaz y arbitraria", de otro.

Con todo, la escritora supo orillar estos riesgos cuando participó en la escritura del guión de la serie televisiva 'Teresa de Jesús', dirigida por Josefina Molina y estrenada en 1984.

Obra ensayística

Para Ana María Martín Gaite, hermana de la escritora y mujer empeñada en difundir su legado, lo mejor de la autora de 'Caperucita en Manhattan' es su obra ensayística. José Teruel piensa que tales textos tienen una "importancia axial", hasta el punto de que 'El cuento de nunca acabar' puede ser perfectamente lo más selecto de su obra.

Gracias a Rafael Lapesa, Gaite aprendió la importancia de la lingüística para comprender la historia. "En esta interrogación al lenguaje se aúnan sus facetas de novelista e historiadora", asegura Teruel. Al presente volumen, prologado por María Cruz Seoane, gran amiga de la prosista, le seguirán otros tres tomos, dos de ellos dedicados a los ensayos literarios, y el último, que incluirá sus cuadernos y cartas.

La correspondencia que mantuvo la autora de 'Nubosidad variable' promete ser interesante, pues se carteó con escritores variopintos, desde Juan Benet a otros más actuales como Eloy Tizón o Belén Gopegui. «Me molesta que haya escritores extraordinarios a los que se ha dejado morir. Yo he hecho todo lo posible para que ella -en alusión a su hermana- no se muera literariamente», dijo Ana María.

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