Francisco J. Carrillo: «Hay que trabajar para construir una alianza de valores»
El diplomático «salva del olvido» sus artículos publicados en SUR y un poema en ‘Cambio de era’, un libro que se distribuye mañana junto al periódico con un fin benéfico
Regina Sotorrío
Viernes, 12 de diciembre 2014, 01:09
Como contaba su «amigo Pepe» (José Oneto), él podría haber celebrado su 70 cumpleaños de muchas maneras. Por ejemplo, con una «cena fantasma» a la ... que asistirían los variopintos personajes de la política, la literatura o el clero que desfilan por sus artículos;o con una reunión «clandestina» con sus amigos en Túnez, donde fue embajador de la Unesco. Pero ha sido aún más «original». Francisco J. Carrillo festeja la efeméride con un artículo por año vivido y un poema en Cambio de era, con prólogo de Manuel Alcántara e introducción de José Oneto. El diplomático, académico (de Ciencias y de San Telmo) y colaborador de SUR recopila textos publicados en las páginas del periódico, en su mayoría entre 2011 y 2014, en un libro que se podrá adquirir mañana junto al diario por 5 euros. La recaudación se destinará a la agrupación de asociaciones Unidos contra el Cáncer.
Carrillo presentó ayer el ejemplar editado por SUR y la Fundación Málaga junto a numerosas entidades colaboradoras, como Obra Social La Caixa y Ayuntamiento en un abarrotado Salón de los Espejos al que asistieron pintores, escritores, músicos, diplomáticos y políticos; representantes al fin y al cabo de todos los sectores que han formado parte de su vida. Ante ellos, Carrillo hizo lo que mejor se le da: analizar la realidad con otros ojos, con los de alguien que es capaz de escrutar los acontecimientos con una mirada crítica, estudiarlos y reflexionar.
Sobre la mesa, Carrillo radiografió un futuro delicado. «Atravesamos una transición global y apenas nos damos cuenta. Se nos presenta arduo complejo predecir que volveremos a tiempos mejores del pasado», analizó. Habló de la amenaza yihadista que desató el conflicto de Irak «creo que Sadam tenía un precio negociador, incluso el de su expatriacion, pero la diplomacia cayó para dar paso a la destrucción del país y abrir la caja de pandora», recordó que vivimos «tiempos de desindustrialización y hegemonía del capital financiero internacional», detalló los rápidos cambios de la sociedad que provocan la «descolocación de las viejas infraestructuras» y auguró las dificultades que esperan a una población que gracias al progreso alcanzará en 30 años una esperanza de vida superior a los 100.
Ante eso, este «corresponsal en el mundo» como le define Manuel Alcántara en el prólogo rememoró aquellaAlianza de Civilizaciones pero propuso otra «más eficaz». «No creo en otra salida que no sea la de trabajar todos para ir construyendo una alianza de valores, lo que implicaría la generalización de la educación basada en valores universales y donde vayamos sustituyendo el concepto de interés general por el del bien común». Está convencido de que el «mecanismo regulador» de todo sigue encontrándose en la ONU, pero en una «profundamente reformada».
Su discurso fue la perfecta carta de presentación a los artículos «que salva del olvido» en Cambio de era y que agrupa en tres partes. En la primera de ellas se hace eco de hechos del día a día que acontecen en plena globalización, con especial énfasis en el área geográfica árabe y musulmana de la que es experto, sin dejar pasar el nombramiento del Papa Francisco, reflexiones sobre la internacionalización de la economía, el progreso de la ciencia o la sociedad digital «que va dejando atrás a la sociedad industrial». Una segunda parte recopila los artículos sobre Málaga, su lugar de eterno retorno; y en una tercera recuerda a los amigos que se fueron, desde Alfonso Canales a José María González Ruiz (Cheuá). Como colofón, Carrillo regala la poesía Partida de caza entre cañaverales (Premio de Poesía Litoral, 1968). No en vano, como escribe Alcántara, «Carrillo es poeta y cumple la aspiración enunciada por César Vallejo, que quería, a toda costa, guardar un día para cuando no haya».
Alcántara no pudo asistir pero sus palabras fueron leídas por el director de SUR, Manuel Castillo, quien resaltó la importancia de contar con un buen equipo de columnistas y analistas. «Igual que el periodista es el músculo, la fuerza y el vigor del periódico, sus columnistas aportan sentido común y sosiego en el análisis del que estamos tan necesitados en estos tiempos de tanto ruido y tanta furia», afirmó. Rafael Domínguez de Gor, presidente de la Fundación Málaga, se declaró «sorprendido» por la «profundidad de análisis político» que demuestra en sus artículos, unos textos que ha «disfrutado mucho leyendo». Y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, agradeció la «perspectiva diferente» que aporta.
Todo eso lo sabe desde hace mucho su amigo Pepe, desde los años en que «conspiraban» juntos en el semanario de Acción Católica Signo. Cincuenta años de amistad que avalan a Oneto para definir a Carrillo como un «periodista de raza» sin necesidad de títulos y un «reportero peculiar» que descubre al lector las causas de lo que sucede. Y eso que todavía no está todo escrito.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión