Jürgen Schadeberg, el fotógrafo de la última Málaga virgen
Retrató una Costa del Sol en plena transformación a finales de los 60: de los verdiales al copo, pasando por los primeros turistas en la playa. La Malagueta expone por primera vez sus imágenes
En la fotografía hay cinco señoras enlutadas que parecen mayores, pero que probablemente no lo sean tanto: «En el pueblo de Mijas los hombres y ... las mujeres van a bares diferentes durante una fiesta religiosa», se lee en el pie. Justo en la imagen de al lado, una chica toma el sol con las tirantas del bikini bajadas para no tener marcas en una playa de Torremolinos. Esa es la Málaga que se encontró Jürgen Schadeberg, un lugar que hacía equilibrios entre lo autóctono y lo internacional, una provincia de contrastes que él capturó con su cámara a finales de los 60. Esas instantáneas de la última Málaga virgen, inéditas hasta la fecha, se exponen ahora hasta el 18 de julio en el Centro Cultural La Malagueta.
Jürgen Schadeberg es un referente de la fotografía humanista. No buscaba la imagen publicitaria ni la pose perfecta, con su objetivo enfocaba a las gentes, sobre todo a esas a las que nadie mira: limpiadores, camareros, pescadores... En los tres años en los que vivió en la Costa del Sol, entre 1969 y 1971, Schadeberg descubrió una tierra en plena transformación. Aún existía la tirada del copo en la pesca, los verdiales celebraban su fiesta mayor en la Venta del Túnel, los espetos se ponían en la arena y la religión tenía un peso importantísimo en la forma de vida de los malagueños.



Y, al mismo tiempo, «multitudes» tomaban el sol en la playa de El Bajondillo con los primeros edificios de Playamar al fondo, las barcas en la arena competían con los nuevos apartamentos que se levantaban en primera línea de playa en Fuengirola y las gogós bailaban durante «toda la noche» en las discotecas de Torremolinos. «Se fascina por la cultura española que se encuentra pero le da pena el tipo de turismo que viene, barato y para emborracharse», apunta Juanjo M. Fuentes, comisario de la muestra.
Todo esto lo reflejaba en reportajes que firmaba como freelance para la revista en inglés 'Look Out'. «El basurero feliz de Torremolinos limpia lo que dejan los turistas», «Durante las primeras horas de la mañana, una mula y una carreta recogen la basura», «Cuando amanece los limpiadores se preparan para la llegada de los turistas», se lee en algunos pies de fotos.
La Goyesca y la Semana Santa
Cuentan que cuando llegó al sur de Andalucía, a Schadeberg le llamaron la atención los cambios que el turismo estaba ya generando. «Y le sorprendía cómo los británicos reproducían su estilo de vida en un país ajeno ignorando la riqueza de la cultura malagueña», señala el diputado de Cultura, Manuel López Mestanza. Él se centró en hacer justo lo contrario. Para 'Look Out' cubrió la corrida Goyesca de Ronda, con primeras espadas como Palomo Linares, Antonio Ordóñez y el rejoneador Fermín Bohórquez; y la Semana Santa de Málaga. «Los tronos en la Semana Santa se llevan entre decenas de hombres que oscilan de forma rítmica mientras lo mueven», reza el pie de foto.
Los verdiales le cautivaron. Su serie fotográfica durante la Fiesta Mayor en la Venta de El Túnel está plagada de detalles simbólicos, de primeros planos y algunas tomas generales que plasman la belleza y la singularidad del folclore malagueño.
'The Málaga years' (1969-1971) es el resultado de varios años de trabajo junto a la familia de Schadeberg. Juanjo M. Fuentes supo de su paso por Málaga en un evento con la firma de cámaras Leica en Madrid durante el festival Moments, que él mismo impulsa. Allí se enteró de que el fotógrafo llegó a Málaga con 38 años «huyendo del frío» de Londres. Pero para entonces ya tenía una larga trayectoria a sus espaldas: con apenas 19 años emigró de su Berlín natal a Sudáfrica, donde comenzó a fijar su mirada en la vida cotidiana de los oprimidos en un contexto dominado por la segregación racial. Entabló amistad con Nelson Mandela en los primeros años de la lucha contra el apartheid, unos vínculos que le valdrían su expulsión del país y el inicio del periplo por Europa que le acabó trayendo a Málaga. Muchos años después, en 1994, Schadeberg y Mandela se reencontraron en la que es su foto más icónica, con el activista y líder político tras los barrotes de la prisión en la que pasó demasiado tiempo.
'The Málaga Years' es una exposición pero también un fotolibro publicado por la editorial independiente malagueña Alix Books con más de cien imágenes de Jürgen Schadeberg que recuperan una Málaga ya olvidada.
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