Borrar
Adiós a Mario Vargas Llosa

El idilio del Nobel con Málaga: de su honoris causa por la UMA a sus ayunos en la Buchinguer

El escritor peruano era un habitual en los veranos de Marbella, un vínculo con la provincia que reforzó en los últimos años con el festival Escribidores impulsado por su Cátedra

María Albarral, Matías Stuber y Regina Sotorrío

Martes, 15 de abril 2025, 00:08

Málaga era su destino de descanso, pero también se convirtió para él en un refugio intelectual y un lugar para sanar. Mario Vargas Llosa fue durante años un habitual de los veranos de Marbella junto a su familia, y siempre se reservaba tres semanas al año en el calendario para sus terapias de ayuno en la Clínica Buchinger. Un vínculo con la provincia que se fue estrechando con el tiempo, hasta el punto de ser nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Málaga en 2007 y fundar en 2022 en la capital un festival literario con la cátedra que lleva su nombre, Escribidores.

En Marbella despiden a uno de sus hijos adoptivos más ilustres con dos días de luto oficial y las banderas ondeando a media asta en señal de duelo en todos los edificios municipales. «Hoy es un día triste para la ciudad y para el mundo de las letras», aseguró la alcaldesa marbellí, Ángeles Muñoz. La regidora celebró que, de entre todos los lugares del mundo, Vargas Llosa escogió Marbella «como un lugar de inspiración y descanso y fue sin duda uno de nuestros mejores embajadores». Recordó que el escritor «estableció lazos muy estrechos» con la localidad, participando activamente en la vida cultural y social. «Siempre le recordaremos por su calidad humana y por su cercanía», afirmó la primera edil, que puso el acento en «su vasto legado literario y en su desbordante talento».

En su nombramiento como Hijo Adoptivo de Marbella, dijo que seguía vivo por tres cosas: «La Literatura; Patricia, mi mujer; y la clínica Buchinger»

Tres semanas se reservaba de manera fija en el calendario para sus terapias de ayuno en la Clínica Buchinger. Era un hombre muy cuidadoso con su salud, asiduo a largas caminatas por el paseo marítimo cada mañana y a ejercicios aeróbicos. Sin embargo, estos buenos hábitos no estaban reñidos con su presencia en fiestas y eventos solidarios donde primero acudía con su esposa, Patricia Llosa Urquidi y más tarde se hizo ver con su nueva pareja, Isabel Preysler. Fue con ella y su marido, antes de enviudar de Miguel Boyer, con quienes compartían almuerzos en La Fonda, siendo Marbella un punto de encuentro para ambas parejas.

Su presencia en la localidad era una tradición y se ganó el cariño de los vecinos. En Marbella tiene un centro educativo con su nombre –el CEIP Mario Vargas Llosa–, una estrella en el bulevar de la fama de la localidad y hasta una avenida propia.

Receptor de numerosos homenajes y reconocimientos, el más destacado de todos llegaba en el año 2014 cuando fue nombrado Hijo Adoptivo de Marbella. «Yo viene por primera vez hace muchos años sin saber, por supuesto, que a partir de entonces iba a establecer un vínculo tan profundo y permanente entre mi vida y esta ciudad. Desde entonces hasta ahora he sido un visitante puntual, todos los veranos. Y he venido a Marbella siempre abrumado de cansancio después de un año generalmente muy intenso, lleno de obligaciones, no siempre gratas, de muchos viajes y de muchas preocupaciones», señalaba el literato. Si seguía vivo, dijo entonces, era gracias a tres cosas «en este orden de importancia: La Literatura; Patricia, mi mujer; y la clínica Buchinger, es decir Marbella».

Vargas Llosa, en la inauguración de Escribidores en 2022. Migue Fernández

«Esta distinción me impone una obligación de la que soy muy consciente (...). Seguir promoviendo allí donde vaya, allí donde viva, a Marbella como un secreto paraíso en la Costa del Sol, donde uno viene no sólo a ver cosas bellas, sino también a renovarse y rejuvenecer», añadió.

En los últimos años, además, Málaga fue también para él una apuesta cultural. El escritor fundó en la capital el festival Escribidores, un encuentro literario entre América y Europa impulsado por la Cátedra Vargas Llosa que celebró su primera edición en 2022. «Málaga se ha convertido en un centro cultural de primer orden», dijo en aquella ocasión, cuando inauguró la cita junto a Mircea Cartarescu.

El escritor, investido doctor honoris causa por la UMA.

El Premio Nobel volvería a la ciudad al año siguiente, en esa ocasión manteniendo una charla de apertura junto al cubano Leonardo Padura en la que elogió el poder transformador de la literatura. Vargas Llosa ya no regresó más a su festival malagueño, pero Escribidores se ha seguido celebrando con éxito de público y una interesante nómina de autores en 2024 y 2025, con el respaldo de la Consejería de Cultura de la Junta.

Reforzaba así su relación intelectual con Málaga, de cuya universidad fue investido doctor honoris causa en 2007. Durante el acto, en el que tuvo como madrina a la profesora de Literatura Guadalupe Fernández Ariza, revivió su infancia y el impacto que esa época tuvo en su amor por la lectura. Y agradeció el reconocimiento de una universidad «joven pero muy moderna, enclavada en una ciudad estrechamente vinculada a la literatura y a la poesía».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur El idilio del Nobel con Málaga: de su honoris causa por la UMA a sus ayunos en la Buchinguer