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Una señora en una firma de libros le preguntó: «Lo de Pedrita es por la 'pedrá' que tú tienes en la cabeza, ¿verdad?». Ella se ... ríe al recordarlo y al admitir que no es una asociación nada descabellada en su caso. Pero no, no es por eso. El nombre le viene de cuando se abría paso en el mundo del fotoperiodismo, siempre con sus gafas, su cámara y los cómics de Spiderman en la mano. Los compañeros de profesión le pusieron el mote y no se equivocaron. Como Peter Parker, ella vivía en esos años su propia mutación, su transformación de una chica a la que le gustaba dibujar a una ilustradora y empresaria del diseño gráfico. De Estefi Martínez a Pedrita Parker.
Es la historia que cuenta '10 años de Pedrita y 10 sueños de Parker & Friends', la exposición retrospectiva impulsada por La Casa Amarilla que desde este jueves (20.00 horas) y hasta el 30 de marzo ocupa la recién restaurada Casa de Socorro del barrio de la Trinidad (Promálaga. Plaza de Doña Trinidad, 12). Un recorrido artístico y vital desde su primera ilustración viral a sus últimas intervenciones que refleja su crecimiento como mujer, creadora y madre, pero también sus momentos de bajón.
Aquí están los temas clave de su trayectoria: el empoderamiento femenino, la resiliencia y la salud mental. Con humor y honestidad, admitiendo las veces que se le apaga la batería y todo lo que no se ve detrás del éxito. «Siempre nos dicen 'qué bien lo has hecho, qué suerte has tenido para estar ahí como mujer'. Y en realidad no es suerte, es que te lo has currado para estar ahí, has tenido que trabajar todos los días y muchas veces no han creído en ti y ahí sigues», señala.
Un universo al que Pedrita Parker da forma desde la periferia de los grandes núcleos culturales, en Benajarafe, el pueblo donde nació y donde vive. «De Benajarafe to the world», bromea. Allí forma equipo con Javier Serón, su compañero de vida y su socio en su proyecto empresarial. «Por favor, ¡menciónalo! Él ha tenido mucho que ver en que yo haya podido seguir dibujando», le reconoce.
En marcos antiguos de un dorado apagado por el paso del tiempo, cuelgan sus primeros dibujos y bocetos, diferentes figuras femeninas con las que Estefi experimentaba buscando su propio lenguaje. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Málaga, Estefi preparaba en esos años su tesis en Comunicación y Música -que nunca defendió- tras volver de EE UU, donde hizo un máster de animación en 3D que le hizo reconectar con el dibujo, su pasión de niña. Es el «germen» de lo que estaba por venir.
Subía a las redes sus trabajos, hasta que una lámina de la Reina Pecas marcó la diferencia. «Cuantas más piedras encuentre en mi camino, más grande construiré mi castillo», se leía. La Reina Pecas y su frase motivadora se volvió viral. El nombre de Pedrita Parker empezó a sonar con fuerza, le llegaron los primeros encargos de publicidad (que también tienen su hueco en la exposición) y la creadora empezó a creer que podía vivir de esto. Nadie podría sospechar que esa ilustración nació de uno de sus peores momentos, de una Navidad en la que un problema de salud la retuvo en casa y de un tiempo en el se sentía desubicada en el terreno laboral. La dibujó en su tableta, en su sofá, con la corona de reyes del roscón colocada. Y de repente «la gente empezó a compartirla, se ve que eran muchos en el mismo momento vital que yo», analiza.
Los encargos publicitarios (Beefeater, Aquarius, CocaCola o Cruzcampo, donde ilustró a su abuela para la etiqueta de una edición especial) le dan el empujón definitivo para profesionalizar su trabajo, abrir una tienda de productos con su firma con distribución incluso en Europa y Latinoamérica y crear obra propia. Para esta exposición recupera una lámina dedicada a Málaga que llevaba años retirada, compone piezas con los dibujos de mujeres (fuertes, independientes, luchadoras, gran-diosas) que cada año ilustran su agenda y enmarca viñetas con las que busca inspirar a las niñas. «Que realmente se crean que son capaces de todo, porque lo son», explica frente a una impresión con historias reales de las mujeres astronautas. «A la primera mujer que fue al espacio le tenían un delantal preparado. Y a Sally Ride, astronauta estadounidense, le preguntaron: '¿Es cien la cantidad correcta de tampones para una semana en el espacio?'», relata.
Hay mensajes reivindicativos, como el «No soy tuya» impreso sobre el cuerpo de una chica, y críticos, como ese «Venga, que tú puedes» junto al dibujo de una mujer con una llave en la espalda para darle cuerda, una obra que simboliza una crisis que atravesó en 2020 y 2021. «Ahora soy experta en hacer malabares, en saber conciliar y en saber parar. Antes no sabía y esa frenada que tuve fue en parte porque me quemé», reflexiona. No faltan sus láminas estimulantes, como «Me rompí. Pero pegué los pedazos de otra manera. Esta versión no la conoces» y «Solo habías olvidado por un segundo quién eras. Bienvenida de vuelta». Y como no hay fiesta sin amigos, aquí también están presentes los suyos con obra inédita en la que reinterpretan el mundo de Pedrita Parker: desde Lucía Types a Quan Zhou pasando por Laura Santolaya, Agu Méndez y Lalone, entre muchos otros.
Un paseo ilustrado por diez años de lágrimas pero sobre todo de risas infinitas que culminan con objetos intervenidos y con el último cartel -aún inédito- que ha creado para la edición de este año de Torremolinos Cinema, un homenaje al Pasaje Begoña plagado de referencias culturales y guiños al colectivo LGTBIQ+. Estefi/Pedrita está feliz, se le nota, y ella lo confirma. «Empiezo este año con ilusión porque hay nuevas cosas que hacer. Pero a la vez tampoco pido mucho más. No quiero ganar más dinero, solo quiero seguir dando mis charlas, seguir dibujando y tener tiempo con mi hijo, eso es lo esencial», concluye con una sonrisa.
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