Fortes regresa a los ruedos y abre la puerta grande de la Goyesca en Antequera

Comenzó Manuel Díaz 'El Cordobés' recibiendo al primero de la tarde, que era el sobrero Presumido con varias verónicas con el capote sin conseguir ligar una tanda completa. Brindó el toro al público para comenzar con la muleta por la izquierda probando a su adversario. Derechazos y naturales fueron cuajando con un toro que fue de más a menos en el temple y seriedad. Alargó una faena que en recta final fue más acalorada y despechada, con sendos desplantes y salto de la rana incluidos. Mató de una estocada certera que le valió las dos orejas.

Trabajo a base de paciencia para su segundo, al que pegado a las tablas le sacó una buena tanda de verónicas. La res fue aflojando posteriormente en la faena. Pero el torero se dispuso a sacar el máximo de él. Arriesgó y mostró todo lo que tenía para poder sacar todo lo esperado. Mató de una estocada perfecta al tercer intento. Tras pedirlo los tendidos, logró una oreja.

Javier Conde tuvo que enfrentarse a un adversario complicado que no le permitió lucirse. Volvía a Antequera, 18 años después. Con el capote logró realizarle varias verónicas de belleza, pero sin rematarlas. El toro aflojó en fuerza y tuvo que intentar ligar una corrida con un rival que no le ayudó. A pesar de ello, varios pases de ortodoxia levantaron los olés en una faena que se fue desdibujando. Se le esperaba. Tres pinchazos y al final el descabello. Silencio.

Subió el listón en el quinto impuesto por los trofeos de sus compañeros de terna. Bien es cierto que no le tocó el lote más destacado de la tarde, pero tiró de oficio para llevárselo a los medios con la muleta y evocar ese gran toreo que lleva dentro. En su búsqueda de orejas, a la hora de matar pinchó y en un nuevo intento de media estocada, mató a su rival, que fue de lo mejor tras el segundo de Fortes. Aplausos. Descanso, típica merienda y salió el antiguo camión de extinción de incendios para regar el albero.

En el primero de Saúl, el público le brindó una ovación tras el percance en La Malagueta. Con el capote estuvo serio, enlazando varias verónicas de bella estampa, pero sin remate. Con la muleta, tras brindar el toro a los tendidos, estuvo brillante, mostrando su capacidad de esperar al toro y prepararlo para una gran faena. Con derechazos, naturales y con la izquierda convenció al respetable. Se gustó por abajo, con pies firmes en la arena y mirada seria sobre su adversario al que mató de una buena estocada que le valió una gran ovación y las dos orejas.

Se sintió cómodo con el capote en el último de la tarde, hasta el punto de hacerle un quite por chicuelinas antes de las banderillas. Fue sin duda el más acertado con el capote en toda la goyesca en el que sería el mejor toro de sus hermanos y compañeros, unos de Capea y otros de Dávila (al final se cayeron los toros anunciados de Manuel Blázquez).

Con la faena ratificó este hecho, aprovechando para hacer una faena de bandera y temple con pases inmortales para un torero que en Antequera se crece siempre. Estocada y descabello. Una oreja tras petición y vuelta al ruedo al toro.

Antes de salir a hombros por la Puerta Grande, Fortes recibió de manos del alcalde Manolo Barón y del presidente de la Peña Taurina Los Cabales, Juan Herrera, el trofeo al mejor torero de la Goyesca. Tras la goyesca, rejones para cerrar la feria.