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Un chef cocina en la plancha de un restaurante en Detroit en 1940. Biblioteca del Congreso de EEUU

Un país para comérselo a la plancha

Gastrohistorias ·

Esta cocina y sus ventajas saltaron de los fogones profesionales a los domésticos en los años 60

Ana Vega Pérez de Arlucea

Viernes, 7 de junio 2024, 00:37

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Max Aub nació en Francia, murió en México y ostentó apellido alemán, pero siempre fue español de corazón y estómago. Amante de la gastronomía valenciana - ... con la que creció- y buen conocedor de otras tradiciones culinarias de España gracias a haber trabajado de joven como viajante, cuando Aub regresó a nuestro país en 1969 tras treinta años de exilio se encontró con que sus sabores habían cambiado por completo. Lo contó, junto a otras muchas observaciones sobre aquella patria casi irreconocible, en el libro 'La gallina ciega' (1971), donde además de hablar de la invasión de lo picante y de lo novedoso que resultaba que casi todos los españoles se pudieran por fin empapuzar, hizo hincapié en el abandono de los métodos tradicionales para cocinar.

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