Picasso sale al rescate del Museo Ruso de Málaga

Picasso sale al rescate del Museo Ruso con tres exposiciones que permiten reabrir al público un centro cultural, víctima colateral de la invasión de Putin a Ucrania. Un lugar que conservará de momento su nombre aunque de ruso solo le quede la traducción en alfabeto cirílico de las cartelas y de la señalética repartida por el espacio. Que se mantenga esa marca dependerá «de la duración de la invasión tan cruel, brutal, desacertada y deshumana que Putin ha ordenado hacer», en palabras del alcalde Francisco de la Torre. No hay ninguna decisión al respecto porque la situación, dijo, es «imprevisible» y este 'impasse' puede durar «meses, años».

«Hoy es un día que no entraba en nuestros planes», reconoció la concejala de Cultura, Noelia Losada. Una jornada «alegre» por el regreso de los visitantes, pero con un punto de tristeza: «Echamos de menos a nuestros socios de San Petersburgo y a sus obras, ellos no son ni culpables ni responsables de lo que está pasando», añadió Luna. Tras la devolución de las obras el pasado 9 de mayo al no pagarse el canon para la renovación del acuerdo con el Gobierno ruso, la agencia pública ha afrontado un auténtico «tour de force» para ofrecer en pocas semanas una alternativa digna en una de las grandes apuestas culturales del Ayuntamiento. Tanto es así que horas antes de la inauguración oficial de la tarde, aún quedaban por colocar cartelas y vinilos con las explicaciones de cada sala.

La Casa Natal, con la colaboración de Fundación la Caixa, hace de la crisis una oportunidad para mostrarse en toda su amplitud. 'Incesante Picasso: Libertad y vida' selecciona más de 350 'picassos' de los casi 800 que posee, incluidas las fotos de su gran amigo Juan Gyenes. Un reto solo comparable al que supuso la muestra con 226 obras del genio que viajó en 2013 a Seúl. Hay estampas, cerámicas, libros, fotografías y aguatintas desde su juventud a su vejez, desde los 24 a los 90 años, agrupados por bloques temáticos. De ahí su título, 'Incesante', porque es «el artista que siempre está ahí, que siempre está creando y nunca se detiene», explica su comisario, Mario Virgilio Montañez. Con un subtítulo que aporta optimismo en unos tiempos donde conviene resaltar los «dos valores universales que nos hacen humanos: el amor por la libertad y el amor por la vida».

Tras una potente fotografía de Picasso concentrado sobre el papel, se abre una galería de retratos de las mujeres del genio. Los rostros de Jacqueline y Françoise miran al espectador en diferentes estilos que muestran la versatilidad del genio. La mujer, una constante en su obra, domina la primera parte de la exposición, con interesantes series como 'Dos mujeres desnudas' (1945-1946), 18 litografías en las que Picasso investiga distintas maneras de representar una misma escena, desde lo más figurativo a lo cubista y surrealista.

El Ruso expone a un Picasso inabarcable e inagotable. Ahí están su visión de los animales (con la llamativa lámina de un sapo) y su conocida pasión por los toros (que plasma en tinta de forma muy esquemática pero absolutamente expresiva). Su libertad creativa queda una vez más de manifiesto en su reinterpretación de los poemas de Góngora, del mito de Carmen y de los grandes clásicos de la pintura. Un panel se dedica de arriba a abajo al artista visto por el objetivo de Gyenes y también se exhibe el legado de la familia Arias, el que guardaba su gran amigo Eugenio.

Todo Picasso en una propuesta que en cualquier parte del mundo «sería la exposición del año». «Aquí nos hemos acostumbrado a lo extraordinario», apuntaba Losada, que insistió en que el Ruso «siempre ha sido y será propiedad del Ayuntamiento y de todos los malagueños». Pero hay más. El blanco y negro de la obra gráfica da paso al color en 'La razón de los sueños: las formas y las fronteras', el título que agrupa los fondos de arte contemporáneo de la Casa Natal. «Creen que solo tenemos Picasso, pero no es así», puntualizaba Montañez. Diferentes adquisiciones a lo largo de sus tres décadas de vida han conformado una rica y variada colección representativa del panorama artístico desde mediados del XX hasta la actualidad. Incluye obras de Francis Bacon, Joan Miró, Antoni Tàpies, Max Ernst, Eduardo Chillida; y de grandes artistas de cercanía como Eugenio Chicano, Dámaso Ruano, Francisco Peinado, Chema Lumbreras, Robert Harvey y Cristina Martín Lara. Así hasta un centenar de piezas de las que el 85% nunca se han expuesto.

La toma de posesión de Picasso en el Ruso se completa con su faceta de «dibujante de palabras», con libros ilustrados por el artista de la Biblioteca del Museo Casa Natal y cuadernos de dibujo en edición facsimil. Las tres exposiciones temporales ocuparan Tabacalera hasta octubre. Lo que vendrá después sigue en el aire. En la presentación se mencionó desde el Archivo Lafuente a obras vinculadas de alguna manera a Rusia, para preservar la filosofía original del espacio. Sea lo que sea, «siempre será de calidad», se comprometió De la Torre.