La escultura y la arquitectura se funden en la Galería Isabel Hurley
La sala de la capital estrena este viernes un montaje colectivo que pone en relación ambas disciplinas a partir de las propuestas de seis jóvenes creadores
En 1753, el artista y escritor británico William Hogarth publicó su tratado 'The Analysis of Beauty', donde abogaba por democratizar el acceso a la ... belleza y en cuyas páginas defendía que toda la hermosura podía destilarse en una postura del cuerpo capaz de dibujar una ese con la columna vertebral. La artista malagueña Leonor Serrano Rivas se topó con aquel ensayo durante sus investigaciones para abordar justo ese asunto, cómo se construye la idea de belleza. Ya había leído otros textos coetáneos al de Hogarth, como 'Tuscan profile according to Andrea Palladio' de Jacques François Blondel, que se detenía en la práctica de tomar perfiles humanos como inspiración para diseñar las cornisas de los edificios.
Y esas lecturas y el trabajo posterior desembocaron en series como 'Between the nose and the mouth' (Entre la nariz y la boca) y 'Without equivalent proportions' (Sin proporciones equivalentes), donde la arquitectura y la escultura se funden, como sucede a lo largo de la exposición 'Forma contenida' que este viernes abre sus puertas en la Galería Isabel Hurley de la capital con los trabajos de los jóvenes artistas Álvaro Albadalejo, David Bestué, Christian García Bello, Mercedes Sarmiento y los malagueños Antonio R. Montesinos y la propia Leonor Serrano Rivas, que presenta piezas de estas series mencionadas.
«Siempre agrupo mis trabajos por series, porque son líneas de investigación. No es un proceso circular, no tiene esa idea de volver al origen. Se trata más de un trabajo en espiral, porque cada vez que cambio de medio no vuelvo a ese principio, hay una modificación de la materia, las ideas y los conceptos», resume Serrano Rivas, cuyo trabajo artístico viaja de la performance a la instalación, pasando por la escultura y los soportes audiovisuales. Esa vocación híbrida surca también la obra del resto de los autores reunidos en la nueva propuesta de Isabel Hurley. «Hemos realizado una selección de artistas que incorporan elementos formales de la arquitectura, tanto constructivos como ornamentales, sin olvidar la crítica a partir una nueva lectura de la Historia», brinda la galerista.
Ahí están los restos de la Barcelona modernista metidos en redes de gran formato y colgando de la pared en la pieza de Bestué instalada entre las obras de Serrano Rivas y Albadalejo. Este último presenta en su 'Gris tormenta' la conjunción de elementos naturales e industriales en esa cornisa de la que pende un cactus crecido como una raíz, cuyas espinas se colocan bajo el voladizo como una «amenaza que se cierne sobre el que mira».
Esas «imágenes en colisión» marcan el trabajo de Albaladejo desde hace años (como mostrara en los Encuentros de Arte de Genalguacil de 2018) y ahora encuentran un nuevo giro de tuerca estético y conceptual en su obra más reciente, estrenada para la ocasión. Se trata de dos aliviaderos de agua tomados de la Quinta da Regaleira en Sintra (Portugal) que Albadalejo ha llevado hasta sendas piezas de escayola tratadas luego con permanganato de potasio, un compuesto que les confiere un aspecto pardo, casi sanguinolento, que se va transformando con los cambios de humedad y temperatura hasta convertirse, al cabo, en una pieza viva.
Una identidad reconstruida
Las oscuras obras de Albadalejo conviven con la blanca instalación escultórica de Antonio R. Montesinos. El malagueño recupera su proyecto 'Forjando identidades. Construyendo escenarios' –comisariado por Juan Francisco Rueda y presentado también en Genalguacil– para reflexionar sobre la (re)construcción de la arquitectura tradicional andaluza a partir de determinados clichés que desembocaron en proyectos turísticos que recrean esa estética de pequeños pueblos blancos convertidos en trampantojos. Antonio R. Montesinos toma esa línea argumental para realizar una serie de celosías inspiradas en esas construcciones, que acompaña de piezas incluidas en otro proyecto reciente, 'Take care of the collection' (Cuidar la colección), presentado en el C3A de Córdoba.
Aquí Montesinos se asoma a los equipamientos culturales planteados como iconos arquitectónicos promovidos con fines económicos y turísticos para poner en cuestión ese paradigma y plantear otro basado en los cuidados y la naturaleza. Toma los hexágonos que forman el diseño del centro de arte cordobés para convertirlos en maceteros de cemento encofrado con plantas que irán creciendo durante la exposición a través de los cuidados que reciban en ese tiempo. Otra forma de belleza.
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