MUCHO ÉXITO CON LA NOVENA SINFONÍA

Este 'Concierto n.º 2', cronológicamente el primero compuesto por Beethoven para piano y orquesta, pero segundo en orden de publicación, puede decirse que es deudor del clasicismo y tiene ciertos ecos mozartianos. En los trámites para su publicación llegó a decir Beethoven que «... no considero que esté entre mis mejores piezas». Buena lectura la que escuchamos a la OFM, conducida por Virginia Martínez, imprimiendo elegancia y la serenidad que convienen en especial al tiempo lento, así como el carácter, a veces danzable, del tercero y último movimiento, toda la obra bien conjuntada con el solista al piano Juan Barahona. Preciso en su toque y delicado, abundó en la expresividad que demanda la partitura y fue muy aplaudido, como también la orquesta y su directora, concediendo un bis Barahona, 'Pavana para una infanta difunta' de Ravel.

Versión excelente la que escuchamos a Virginia Martínez, de memoria, muy segura y atenta a los matices, impresionando desde el arranque de la obra, impetuoso el 'scherzo', resaltando las bellezas del 'adagio' y majestuoso el último movimiento. Bueno el trabajo de la OFM y muy brillante, afinación, equilibrio, conjunción, el Coro de Ópera de Málaga instruido por Salvador Vázquez y además con un cuarteto vocal solista con voces acreditadas. Sonoros y sostenidos aplausos del público que llenaba el Cervantes, al concluir la 'Novena sinfonía'.