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Escritores que pintan, pintores que escriben

Escritores que pintan, pintores que escriben

La huella de 'Litoral' y de las revistas poéticas que difundieron las vanguardias protagonizan la exposición 'La palabra pintada' en el MVA

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Jueves, 24 de enero 2019, 15:58

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Hacía tiempo que había mandado su obra, pero no había tenido noticias de su publicación. Por ello escribió a su amigo, poeta y Editor Emilio Prados preguntando por el paradero de aquel esperado número de 'Litoral'. A lo que el malagueño contestó: «La revista no ha salido por exceso de buen tiempo». La anécdota ilustra no solo el maravilloso tiempo hedonista de esta tierra, sino también la revolución cultural que capitanearon todas aquellas revistas poéticas que iluminaron los años 20 y 30 desde Andalucía con el protagonismo de la Generación del 27. Unas cabeceras que, además de ser un medio de expresión de los versos, también alumbraron todos los movimientos artísticos de la denominada Edad de Plata de la cultura española. Una época y unas exquisitas impresiones que vuelven a mostrar su esplendor en la exposición 'La palabra pintada: Minervas de vanguardia, 1919-1939', que rescata todos aquellos autores que difuminaron las fronteras de la cultura.

Escritores que pintan y pintores que escriben protagonizan esta cuidada muestra, que trasciende incluso la poesía y el dibujo para llenarse de músicos, cineastas y artistas que escriben y viceversa. «Las revistas se reinterpretaron añadiendo obras plásticas, de tal forma que estas publicaciones sirvieron de palatafroma para la nueva estética», ha explicado en la presentación de la exposición Eva Díaz Pérez, que ha comisariado la exposición junto a Alfredo Taján y Mariano Vergara. De esta forma, estas ediciones fueron las publicistas de «los grandes poetas que hoy forman parte de nuestro santoral», ha afirmado la comisaria.

'La palabra pintada', que se exhibe desde hoy en el Centro Cultural Provincial MVA y está organizada por Fundación Unicaja, se estructura en tres grandes apartados, que recogen las revistas y su trastienda, los cuadros y partituras de los artistas y, por último, las películas que inspiraron aquella época. De esta forma, la primera sala traza un mapa por todas aquellas luminosas cabeceras que marcaron época como 'Mediodía' (editada en Sevilla), 'Gallo' (Granada), 'Papel de Aleluyas' (Huelva), 'Islas' (Cádiz), 'Ardor' (Córdoba) y, por supuesto, la malagueña 'Litoral', que se publicó y se sigue publicando pese al exceso de buen tiempo.

«'Litoral' es la que lo reúne todo y donde aparecen los supelementos poéticos que ahora son los pilares de todos los grandes del 27», ha asegurado Eva Díaz, que ha añadido que la muestra también incluye correspondencia de Federico García Lorca, Manuel de Falla o Manuel Altolaguierre pidiendo colaboraciones o respondiendo a esas peticiones. Unas misivas que denotan cariño y complicidad ya que estos autores, como dijo la comisaria, fueron la «generación de la amistad».

En una sala lateral, la oscuridad toma el protagonismo para romperse con la luz de los fotogramas de históricas grabaciones del dictatorial Primo de Rivera o el provocador Gómez de la Serna. Una cartelera de películas seleccionadas por el director y productor José Antonio Hergueta y que también incluye documentales sobre la Málaga de los 20 y los 30, como 'El deseo y la libertad', 'La luz y la imprenta', 'La Generación del 27 y el mar' y 'Las Sinsombrero«.

El recorrido asciende a la sala superior, donde el arte y la música toma el protagonismo y donde la imagen de una rompedora Maruja Mallo da la bienvenida montada en bicicleta. Las obras de la artista se mezclan con otras de José Moreno Villa -el paradigma del escritor y pintor-, Joaquín Peinado, Ramón Gayá, Gregorio Prieto , Néstor, Jose Caballero y Juan Gris, del que se exhibe el original que mando a la revista 'Litoral' para el número dedicado a «Don Luis» de Góngora, el padre espiritual de los del 27. Una selección de obras que también muestra la partitura que Manuel de Falla escribió para la publicación cultural malagueña. Y es que todas aquellas míticas revistas no solo se leían, sino que se disfrutaban con la vista... y hasta se escuchaban y se hacían oír.

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