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Reconstrucción del aspecto del martellictis ardea realizado por Flavia Strani, de la Universidad la Sapienza de Romaa. SUR
Un equipo de la UMA encuentra en Orce un antepasado de las nutrias y tejones

Un equipo de la UMA encuentra en Orce un antepasado de las nutrias y tejones

El fósil de una mandíbula del pleistoceno inferior confirma el primer hallazgo en la Península de la especie martellictis ardea

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Lunes, 1 de febrero 2021, 17:46

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Lo primero que asomó fue un diente. Como hallazgo paleontológico no era extraordinario, pero sí un punto de partida. La sorpresa llegó cuando siguieron limpiando y la dentadura comenzó a revelar unos límites más amplios hasta convertirse en una mandíbula completa. Lo que ya no era un fósil tan común. Más bien inusual. Para empezar, aquel hallazgo revelaba la presencia de un pequeño carnívoro en el yacimiento granadino del pleistoceno inferior de Orce, lo que ya era relevante. Pero la investigación posterior liderada por la Universidad de Málaga (UMA) le ha añadido excepcionalidad a esta pieza al ponerle nombre y apellidos y ser identificada como un resto de la especie martellictis ardea, un antepasado de la familia de los mustélidos, a la que actualmente también pertenecen los tejones, hurones, visones y nutrias, según ha revelado el último número de la publicación científica italiana 'Rivista Italiana di Paleontologia e Stratigrafia'.

«Normalmente aparecen dientes o fragmentos de apenas cinco centímetros, pero una mandíbula completa como ésta es una excepción», ha explicado a SUR el investigador principal y profesor ayudante de la UMA, Sergio Ros-Montoya, que añade que en la Península Ibérica estamos ante el primer registro de esta especie de los mustélidos. De hecho, las pistas para la identificación de este pequeño carnívoro hallado en Orce, que pesaba unos cinco kilos, se confirmaron en el Museo de Burgos con el estudio comparativo con otra mandíbula fosilizada de una especie similar del pleistoceno hallada en el yacimiento de Atapuerca.

Según relata el paleontólogo, el estudio morfológico y biométrico comparativo de este fósil ha permitido ponerlo en relación con otros descubrimientos de esta especie en Italia y otras excavaciones europeas para recomponer su aspecto mediante imágenes infográficas, en las que destaca su condición de carnívoro dotado de colmillos afilados para la caza de sus presas. Así, la martellictis ardea se alimentaba de otros pequeños vertebrados, especialmente ratones, conejos y musarañas, pero también especies de ríos, como anfibios y reptiles, muy bien registrados en Orce.

Excavación de un macho gigante de mammuthus meridionalis en Fuente Nueva 3, donde también apareció el pequeño carnivoro.
Excavación de un macho gigante de mammuthus meridionalis en Fuente Nueva 3, donde también apareció el pequeño carnivoro. M.P. Espigares

Durante la campaña de excavación de 2013, en el proyecto que entonces lideraban los investigadores Robert Sala y Bienvenido Martínez-Navarro, se exhumó en Fuente Nueva-3 esta mandíbula de animal que correspondía al grupo fósil de los lyncodontinos. «Dentro de los yacimientos de Orce es importante porque sabíamos de la existencia de pequeños carnívoros, pero no estaban descritos y por fin tenemos el nombre de uno», ha relatado Sergio Ros-Montoya que añade que, a partir de la identificación positiva del fósil del martellictis ardea, se volvieron a revisar los registros de las excavaciones y aparecieron dos restos más que pertenecían a la misma especie.

De esta forma , además del maxilar completo, se localizó un canino inferior, también en la zona de Fuente Nueva 3, y un cuarto premolar inferior en Barranco León, unos yacimientos datados de entre 1,3 y 1,4 millones de años. Junto al profesor Ros-Montoya, en el equipo de este hallazgo también han intervenido otros dos investigadores de la UMA, la geóloga María Patrocinio Espígares y el paleontólogos Paul Palmqvist, además de los especialistas de la Universidad de Florencia, Saverio Bartolini-Lucenti, y del Instituto Catalán de Paleocología Humana y Evolución Social de Tarragona, Bienvenido Martínez-Navarro.

La presencia de martellictis ardea en Orce representa la presencia más meridional de la especie y es, además, un hallazgo importante dado el escaso registro fósil de lyncodontinos en Europa. Para el propio yacimiento andaluz del Pleistoceno inferior supone además una aportación más de su extraordinaria relevancia para el patrimonio paleontológico ya que conserva también las evidencias más antiguas de presencia humana conocidas por el momento en el continente europeo. En el caso de este antepasado de las nutrias y los tejones, nadie podrá negar que su mandíbula sigue afilada y mordiendo millones de años después.

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