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Sr. García .

Ella

Cruce de vías ·

Por un instante pensé que ya no volvería a encontrarla y me arrepentí de no haberle dicho nunca nada

Domingo, 1 de diciembre 2019, 13:24

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A veces me cruzo con ella por la calle cuando saca a pasear el perro. Digo ella porque desconozco su nombre, tampoco sé dónde vive. ... Al pasar a su lado los dos bajamos la mirada como si nos diera vergüenza romper el anonimato y saludarnos. La ciudad nos convierte en seres anónimos, al contrario que sucede en las poblaciones pequeñas donde la gente se saluda por la calle incluso sin conocerse. El pasado lunes la vi en el Paseo Don Juan Temboury, ella estaba esperando que el perro terminara de hacer las necesidades, luego desplegó la bolsa que tenía anudada en la correa y recogió los excrementos. Miré de soslayo al perro y seguí caminando sin levantar la vista. Por un instante pensé que ya no volvería a encontrarla y me arrepentí de no haberle dicho nunca nada. El martes fui al mismo sitio a la misma hora, pero ella no estaba. Por la noche apunté en una hoja de papel los lugares en los que había coincidido con la mujer del perro, tracé el itinerario de nuestros encuentros y comprobé que dibujaban un paseo circular, una especie de mundo reducido por el cual nos movíamos a diario: Calle Alcazabilla, Mundo Nuevo, Paseo Don Juan Temboury, Jardines de Puerta Oscura, Campos Elíseos, Avenida de Pries, Paseo del Parque. La única excepción se produjo el día que nos cruzamos por la calle Cuarteles, tal vez se dirigía a la estación de tren a recibir a alguien, aunque también cabía la posibilidad de que por allí estuviera su casa, la casa de sus padres o la de una amiga. No sé, no tengo ni idea de su vida, salvo que pasea siempre sola con el perro.

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