Borrar
Sr. García .

Un domingo particular

Cruce de Vías ·

A menudo, siento un ligero mareo al abandonar la soledad y hallarme envuelto en la muchedumbre

Sábado, 2 de diciembre 2017, 00:33

Comenta

El pasado domingo por la mañana temprano cayeron unas gotas mientras acompañaba a una amiga al aeropuerto. Después regresé a casa, el cielo se despejó ... e hizo un calor de verano. Al salir a la terraza, descubrí dos mantis religiosas que mantenían relaciones íntimas en la rama de una de las plumarias que florecen en las macetas. Recordé la mantis a la que dediqué un cuento en esta página hace un par de años. No pude dejar de pensar en el canibalismo de un gran número de estos insectos que devoran a la pareja tras realizar el acto sexual. Me quedé mirando su absoluta quietud, como si no les gustara haber sido sorprendidas practicando el amor y tal vez proyectando la muerte. Quizás ella fuera Teresa, la mantis del cuento que pasó varios días conmigo hasta que un día desapareció sin decir nada. Entré en casa y dejé que siguieran camufladas entre las hojas verdes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Un domingo particular

Un domingo particular